Siete días después de que se hallara el presunto cadáver de César Daniel Tizato (15), en una laguna del predio de La Rosita, ayer trabajaron operarios de la empresa para colaborar en la investigación del caso.
La tarea encomendada fue el desagote del espejo de agua, para que esto permita hallar más evidencias del caso.
La acción estuvo monitoreada por personal policial, quienes supervisaron el uso de bombas extractoras y mangueras para drenar la laguna donde después de 33 días de búsqueda del adolescente lo encontraron a flote, luego que las piedras que el asesino le había puesto en la campera no aguantaran la presión ascendente del cadáver en descomposición.
En este aspecto es pertinente recordar que luego que el personal forense llevara sus restos a la morgue, a varios metros de la orilla fue divisada una mochila, la cual posteriormente fue reconocida por la madre como la que tenía su hijo cuando salió en compañía de un vecino para ir de caza y pesca.
El pasado miércoles peritos de Criminalística de la UR-VII continuaron los rastrillajes en inmediaciones de la zona en busca de más pistas. En esa tarea hallaron una alpargata en buen estado de conservación, la cual según lo manifestado oportunamente por la progenitora, llevaba puesto el día de su desaparición.
Los investigadores creen que en la laguna podría haber más elementos relevantes, por ello ahora buscan asegurarse que no haya quedado nada en el fondo que tenga que ver con el homicidio del adolescente.
El único sospechado que tiene la causa es el hombre de 44 años que era con quien el menor había salido aquella mañana del domingo 30 de agosto. En horas de la tarde, él regresó sin la compañía de Tizato y le avisó a la madre que cuando volvían se habían encontrado con otros dos jovencitos, con los cuales César Daniel supuestamente había decidido retomar la pesca. El vecino era el último que lo había visto con vida.
Quedó demorado unas horas pero lo habían liberado. La policía nunca descartó las sospechas contra él, sobre todo porque no pudo identificar quiénes eran los que se habían ido con el menor, justamente en una zona de escasa población donde todos se conocen.
Luego que encontraran a Daniel, el magistrado César Faría, a cargo del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles ordenó que fuera detenido. El pasado lunes fue trasladado para que declarara, pero tras sostener que tenía una molestia estomacal prefirió no hablar ante el juez, quien lo imputó por “homicidio agravado por alevosía”.
La autopsia reveló que Tizato tenía traumatismo de tórax con una herida de entrada punzo cortante, que podría corresponder a un elemento contundente largo y con punta. En los allanamientos que se realizaron en la casa del detenido habían secuestrado destornilladores y otros elementos. Los mismos iban a ser peritados para saber si alguno fue utilizado para el crimen.
Contrariamente, el hombre habría confesado a los policías que se le había escapado un tiro que dio en el chico.
Al verlo muerto no supo que hacer y decidió ocultarlo. Esta versión por ahora no es válida para la investigación. Solamente lo será si se lo dice al juez.
(Fuente: Primera Edicion)