El jueves pasado, en la oficina del Registro Provincial de las personas de Azul, Provincia de Buenos Aires, una niña trans de 5 años, junto a su familia, pudieron lograr la anulación de su partida de nacimiento y reemplazarla por una nueva, que refleja su nombre y su género autopercibido.
El viaje de Flor comenzó cuando tenía un año y medio y su partida decía que era un varón. Su mamá comenzó a notar cómo su hijo utilizaba remeras a modo de vestido y le pedía repasadores para simular tener el cabello largo.Newsletters Clarín En nuestras palabras.
“En ese momento, nos causaba gracia porque pensábamos que estaba jugando y no nos dábamos cuenta lo que ella nos quería decir”, contó Mariana, la mamá, al canal de noticias TN.
El segundo mensaje que envió salió directamente de sus palabras: dijo que era una nena. Pero los padres se oponían, le decían que no, que era un varón. Ella se enojaba y se ponía mal.
Tanto Mariana como Lucas -el papá- empezaron a visitar distintos especialistas y en una primera consulta profesional con el pediatra, el médico opinó que tal vezimitaba a una figura femenina que admirara. Que no le dieran importancia.
Luego llegó una visita con una psicóloga, quien les dio una respuesta tajante: les recomendó reprimir los sentimientos de su hija y ocultarle la ropa, zapatos y maquillaje de su madre.
Los padres debieron, entonces, decirle que los cosméticos eran peligrosos para su salud, se los escondían. Y, mientras tanto, la incentivaban a que jugara con ‘cosas de nenes’. Nada hacía cambiar esa sensación que cada vez más pedía salir.
La familia cuenta que su peregrinaje con médicos y psiquiatras los llevó hasta la doctora que es quien la atiende en la actualidad. Fue ella quien después de varias sesiones le puso palabras a lo que pasaba: “Ella es una nena trans”.
A partir de ahí, los padres le dieron mayor libertad: “Un día nos dijo que se llamaba Florencia y se lo hizo saber a todo el mundo. En una oportunidad se lo planteó al abuelo paterno por teléfono y le dijo ‘de ahora en más, yo me llamo Flor’”, contó Mariana.
Luego de recibir asesoramiento del Área de Género de la Provincia de Buenos Aires y junto a un abogado, efectivizaron la anulación del documento y se les entregó una nueva partida de nacimiento. El papel sirvió también como un nuevo nacimiento, el de Flor.
(Fuente: Clarin)