viernes, 3 mayo, 2024

Tiroteo en la parroquia Sagrada Familia de Posadas: imputaron a “Negrito” Gómez por el asesinato de “Keko” Sotelo hace casi dos años

El hombre, de 46 años y con domicilio en el barrio Santa Clara II de Garupá, fue imputado por el juez de instrucción 1, Marcelo Cardozo, como partícipe necesario en el homicidio de uno de los hermanos Sotelo.

La causa del tiroteo que tuvo lugar el pasado 27 de enero de 2022 sobre la avenida Roque Sáenz Peña entre Salta y Tucumán y que dejó como resultado la muerte de Héctor “Keko” Sotelo, de 36 años, continúa su curso. En las últimas horas, las investigaciones apuntaron contra la figura de Roberto Andrés Gómez quien habría desempeñado un papel clave al ayudar a escapar a Guillermo Tovías Yohel Pereyra (27), presunto autor de los disparos mortales.

Pereyra, quien enfrenta la imputación de «homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego», fue detenido el 3 de febrero de 2022, el mismo día en que se confirmó el fallecimiento de «Keko» en el Madariaga. La participación de Gómez en la facilitación de la huida de Pereyra está en el centro de la acusación que ahora pesa sobre él.

Roberto Gómez, alias el «Negrito», se presentó ante el juez sin responder preguntas durante la audiencia indagatoria. Cabe destacar que el individuo ya enfrentaba una acusación en el Juzgado Federal por transporte de estupefacientes, la cual motivó su pedido de traslado a la cárcel de Ezeiza, Buenos Aires.

En este contexto, se reveló que Gómez había sido capturado por Gendarmería Nacional el 28 de agosto de 2023, conduciendo una Ford Ranger gris que transportaba aproximadamente 400 kilogramos de marihuana.

La captura de Gómez, quien llevaba más de un año y medio evadido de la justicia, arrojó luz sobre su conexión con el caso del tiroteo en la Sagrada Familia. Además, durante el allanamiento en el que se descubrió su implicación en el tráfico de estupefacientes, se encontró el arma utilizada en el asesinato de Sotelo.

En el mismo expediente dirigido por el juez Marcelo Cardozo, el padre de Guillermo Pereyra permanece detenido con arresto domiciliario. Se enfrenta a cargos relacionados con el acopio ilegal de armas de fuego, vinculando aún más a la familia Pereyra con actividades delictivas.

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