Destacó que el proyecto se enfoca en áreas donde aún persisten poblaciones de yaguaretés, con especial atención en Misiones, la región chaqueña en el impenetrable y, más recientemente, en el Iberá. Una iniciativa clave es la reintroducción del yaguareté en áreas donde se había extinguido, como en Corrientes, donde se están llevando a cabo esfuerzos para restablecer la presencia de la especie.
Una de las principales tareas del proyecto es evaluar la población de yaguaretés. Fabiolo informó que en Misiones se observó un aumento significativo, pasando de 40 a 90 individuos. En el Iberá, la población también está en crecimiento, con alrededor de 20 ejemplares. En total, se estima que hay entre 200 y 300 yaguaretés en Argentina, aunque la especie sigue estando críticamente amenazada de extinción.
El coordinador explicó que la modificación del hábitat natural y la persecución humana han llevado a la disminución de la población de yaguaretés. Desde hace 20 años, el proyecto lleva a cabo un exhaustivo conteo de la especie utilizando cámaras trampa, así como el seguimiento de individuos mediante collares equipados con GPS para monitoreo satelital.
Estos dispositivos brindan información vital sobre el comportamiento y los movimientos de los yaguaretés, lo que permite entender mejor sus necesidades y tomar medidas para proteger su hábitat y evitar conflictos con las comunidades humanas. Los collares tienen una duración programada de año y medio, proporcionando datos valiosos para la conservación a largo plazo de esta icónica especie.
