lunes, 11 noviembre, 2024

Por unanimidad los jueces entendieron que su expareja fue el autor del disparo que le quitó la vida y le aplicaron la máxima pena del Código Penal.

Una condena de prisión perpetua recayó sobre Gustavo Arzamendia por el crimen de su exnovia de 16 años de edad, Lucía Ríos, asesinada por la espalda de un disparo de arma de fuego. En su alegato ante los jueces Ramiro Fernández Lorenzo, Hernán u Decastelli y Cecilia Sanucci, la fiscal Leila Aguilar acusó al condenado de “homicidio calificado, triplemente agravado por uso de arma de fuego, por el vínculo y por tratarse de un femicidio”.Que quede claro que Arzamendia mató a Lucía por ser mujer”, afirmó la fiscal, que detalló una serie de episodios de violencia física y psicológica que sufrió Lucía y otra expareja del hombre.

La abogada Sofía Caravelos, representante del particular damnificado, también pidió la pena de prisión perpetua y destacó que Arzamendia tenía una “idea de pertenencia” sobre la estudiante, a quien le exigía que abandonara la escuela secundaria y se dedicara a las labores hogareñas.Por su parte, la defensa sostuvo que no existían denuncias por violencia de género de parte de la adolescente y sostuvo que él tenía problemas para relacionarse con otras personas, sin cuestiones de género, por lo que pidió una pena temporal

El hecho que se debatió en juicio oral ocurrió el 16 de septiembre de 2016 cuando Arzamendia se presentó en la casa de la estudiante, ubicada en la localidad platense de Melchor Romero. Lucía había sido su pareja y convivió un año con él, pero, tras separarse, volvió a la casa familliar, donde Arzamendia fue para intentar convencerla de retomar la relación amorosa.

La adolescente salió a la vereda a hablar con el hombre, lo oyó y le ratificó su decisión de no volver con él, tras lo que le dio la espalda para volver a ingresar a la casa, pero Arzamendia le efectuó dos disparos por la espalda y escapó. La adolescente fue auxiliada por su madre pero murió en el lugar, mientras que poco después detuvieron al acusado, en cuyo poder secuestró el arma homicida.Lucía asistía al colegio Liceo Víctor Mercante, dependiente de la Universidad Nacional de La Plata, y sus compañeras marcharon en varias oportunidades hasta las puertas de los tribunales a exigir perpetua para el asesino de la estudiante.

(Fuente:o221)

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