El 12 de diciembre se eligió como el Día del Hincha de Boca en alusión al “Jugador Número 12”, un apodo que nació en 1925 durante la primera gira de un equipo argentino en la historia.
Ese mítico periplo por Europa, hacia donde partieron en barco, fue premiado por la Asociación Argentina de Fútbol (precursora de la actual AFA) con una Copa de Honor. Entre jugadores, refuerzos de otros clubes, cuerpo técnico y dirigentes, hubo un fanático llamado Victoriano Caffarena.
El escribano, que era fana del club e hizo de utilero y masajista, se había asociado tres años antes y hasta vendió parte de sus propiedades para acompañar al Xeneize y costear el viaje de algunos futbolistas.
Caffarena viajó con el carnet de enviado especial del diario El Telégrafo y rápidamente se ganó el cariño de todos. Su ascendencia en el grupo era tal que el goleador Agustín Cerroti lo bautizó como el Jugador N°12. Faltaban años para que ese lema fuera bandera y representación de los simpatizantes azul y oro, pero fue allí donde nació el apodo que luego, a partir de los años ’70, popularizó la barrabrava.
La gira de Boca tuvo 13 partidos en España, cinco en Alemania y uno en Francia, de los cuales ganó 15 -entre ellos a Real Madrid y Atlético-, perdió tres y empató uno con Bayern Múnich. La figura fue un “prestado”: Manuel Seoane, de El Porvenir, autor de 12 goles.
