miércoles, 4 diciembre, 2024

Pararon las exportaciones de rollos de madera desde Corrientes a China por el Coronavirus y afecta a firmas misioneras

A causa del Coronavirus, las exportaciones de madera en rollizos (troncos) a China desde la provincia de Corrientes quedaron paralizadas por 60 días, informaron a Economis, fuentes del sector maderero.

La exportación de rollizos a China es un negocio que comenzó recién en agosto del año pasado, impulsado por la administración anterior (antes estaba prohibido). Hasta hace poco estaba a cargo de una única empresa, Masisa, que hacía sus envíos por los puertos entrerrianos de Concepción del Uruguay e Ibicuy, sobre el río Uruguay. Se exportan a China rollos de pino, y en menor medida eucaliptus y también algo de álamos de Entre Ríos.

En los últimos tiempos se sumó a esta actividad la firma de origen chileno Montes del Plata, que tiene bosques en Corrientes. Esta empresa ya había realizado algunos envíos, incluso utilizando el tren Urquiza desde la localidad de Santo Tomé, que con muchas limitaciones volvió a funcionar recientemente. El Gobierno anterior puso en valor el tramo del ramal Urquiza que corre por Entre Ríos, también para apuntalar esta actividad.

Sin embargo, el Coronavirus hizo que tanto Masisa como Bosques del Plata decidieran paralizar los envíos por 60 días. Esto afecta a importantes firmas misioneras, que son contratistas de Masisa y Bosques del Plata y prestan servicios como movimiento de suelos, desmonte, carga y transporte.

La firma que está importando los rollizos es China Forestry Group Corporation, empresa forestal que depende de la Administración Estatal de Silvicultura de la República Popular de China.

Incluso su CEO, Henry Lin, estuvo en agosto del año pasado en Concepción del Uruguay para supervisar personalmente el embarque del primer buque que se envió.

La exportación de rollizos (madera) sin mayor transformación es un negocio que divide aguas en el ambiente forestal. ¿Por qué? Hay quienes dicen que la Argentina debería agregar al menos algo de valor a la madera con una transformación de algún tipo (fìsica o química, se le dice en el ambiente a convertirla en tablas, molduras o bien pasta celulósica).

Sin embargo, la Argentina no pudo generar en estos últimos años las condiciones para la radicación de inversiones sean locales o extranjeras que permitan exportaciones con ese tipo de valor agregado. Así que al final se decidió avanzar con otra linea de acción. Como dice el dicho: a veces lo ideal, es enemigo de lo posible.

(Fuente: Económis)

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