martes, 29 octubre, 2024

Gabriel Rabinovich, el argentino que puede curar el cáncer

El científico, docente e investigador Gabriel Rabinovich fue entrevistado por el periodista Gustavo Añibarro, previo a su llegada a Posadas el próximo viernes 27. Su nombre resuena en la comunidad científica mundial y fue nominado al Premio Nobel.

El viernes 27 de septiembre, Posadas será sede de una conferencia dirigida tanto a profesionales como a estudiantes y aficionados de la ciencia. El destacado científico Gabriel Rabinovich brindará la charla titulada “Una dulce aventura: desde un descubrimiento inesperado hacia el tratamiento del cáncer y enfermedades autoinmunes”.

La cita será a las 19 horas en la Sala Eva Perón del Centro de Convenciones. El evento es gratuito y está destinado a profesionales de la salud, estudiantes y público interesado en la ciencia.

Gabriel Adrián Rabinovich es un nombre que resuena en la comunidad científica global. Bioquímico y doctor en ciencias químicas por la Universidad Nacional de Córdoba, dedicó su vida al estudio de los mecanismos que permiten a los tumores evadir el sistema inmunológico y cómo regular la respuesta inflamatoria en el cuerpo.

Su trabajo fue fundamental para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas en el tratamiento del cáncer, inflamación crónica y enfermedades autoinmunes.

Hace tres décadas, en su investigación doctoral, Rabinovich detectó por primera vez la proteína galectina-1 (GAL-1) en el sistema inmune de un organismo complejo. Este hallazgo abrió una puerta a innumerables posibilidades terapéuticas que hoy están en desarrollo en laboratorios de todo el mundo.

Cerca de la cura del cáncer

En el laboratorio Galtec de Buenos Aires, Gustavo Añibarro, periodista de Canal 12, entrevistó al doctor en Química, Gabriel Rabinovich. El científico, docente e investigador, avanza con el estudio de alternativas para la cura del cáncer. Además, fue nominado para el Premio Nobel.

Sobre la posibilidad de hallar una cura al cáncer, comentó que “estamos bastante más cerca. Es un sueño que viene de hace 30 años cuando identificamos una proteína en la Facultad de Ciencias Químicas en la Universidad Nacional de Córdoba. Demostramos que esta proteína tiene un rol importante”.

Doble función de Galectina 1

Al respecto, explicó: “Lo que vimos es que esta proteína, llamada Galectina 1, es liberada por los tumores a medida que se hacen más agresivos y hacen más metástasis para poder frenar la respuesta inmunológica. Eso nos hizo pensar si todos los tumores tenían estas propiedades”.

A lo que añadió: “Ahora hay varios laboratorios en el mundo que están trabajando. Y estamos cerca porque hace un año fundamos una empresa de base tecnológica, que licenció nuestras patentes a CONICET y a la Fundación Sales. Esto permitió diseñar un anticuerpo monoclonal entre otros productos que neutraliza esta proteína y evita el efecto perjudicial que tiene Galectina 1. Estamos mucho más cerca de llegar a los pacientes”.

Además, aclaró que Galectina 1 demuestra una doble función a modo de paradigma. Describió que, por un lado, “frena a nuestro sistema inmunológico. Eso es malo en el caso de tumores. Pero, por el otro, es algo bueno en otros tipos de enfermedades donde las defensas son tan grandes que dañan nuestros propios tejidos, tal es el caso de las enfermedades autoinmunes”.

“Para capitalizar este paradigma que descubrimos la idea es bloquear Galectina 1 en cáncer, y estimular la producción de Galectina 1 para enfermedades autoinmunes. Y esos son los dos fármacos que tenemos”, resaltó.

Objetivo final de Rabinovich

En la misma línea, señaló: “mi idea es seguir caminando con mucha fuerza hasta llegar a la misión que nos hará feliz. Está cerca la posibilidad de que este anticuerpo le pueda llegar a los pacientes que lo necesitan”.

Además contó: “Tuvimos la gran alegría de poder generar un buen anticuerpo monoclonal, que sabemos que funciona en los modelos pre clínicos, que es antes de ir a los pacientes. En estos momentos estamos haciendo la manufactura para poder solicitar a las agencias regulatorias una autorización y comenzar un ensayo clínico”.

Creemos que un ensayo clínico podría estar en aproximadamente dos años. Esto significa probar la seguridad y la falta de toxicidad en los pacientes, en un número pequeño, y una vez demostrado eso poder probar la efectividad terapéutica. Ese es nuestro sueño”, completó.

(Fuente: Canal 12 Misiones)

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