La Fundación Ambientalista Amigos de los Parques, viene alertando desde hace años, a las autoridades, de la falta de convenio con Brasil para garantizar un caudal mínimo de agua sobre el río Iguazú superior, que tenga como objetivo que no afecte la belleza escénica que son los saltos de Cataratas y el impacto ambiental en flora y fauna que rodea está belleza natural, que en estos días está presentando un paisaje muy distinto.
La vida ecosistemica sobre el río Iguazú se ve muy afectada por la bajante permanente de las aguas, por las represas e hidroeléctricas rio arriba, sobre el territorio brasilero, quienes por la alta demanda de generación de energía para las industrias, dejan al río Iguazú con un paisaje poco común, donde la flora y fauna se ven seriamente afectados.
Aún no hay un estudio de impacto ambiental serio y preciso sobre los cambios de comportamiento animal y de plantas que están en el río y a la orilla.
La fundación denuncia que las represas ubicadas sobre el rio Iguazú, en 800 kilómetros desde Curitiba hasta Iguazú, afectan seriamente a todos, tanto al Turismo, como en lo ambiental. “Hasta el momento y desde hace años, Parques Nacionales no tomó el tema con seriedad para gestionar ante las autoridades brasileras y/o Cancillería, para firmar un acuerdo de que las represas se comprometan a largar siempre agua, en un mínimo de mil metros cúbicos de agua por segundo.
Recordemos que el caudal normal es de 1.500 metros cúbicos de agua por segundo” indicaron.
“Somos rehenes de las represas del alto Iguazú, dónde la última que se inauguró, la represa del “Baixo Iguazú” el entonces presidente de la Nación Argentina, aplaudió estando presente en el evento. Quizás ahí era una buena oportunidad a que defienda los recursos naturales y firme un convenio con Brasil que no nos dejen sin agua en el río”, se dijo en un documento.
La fundación busca que las autoridades de Parques Nacionales, del Ministerio de Ambiente de la Nación, al Presidente de la República Argentina, que accionen además Cancillería, para generar un convenio con Brasil, donde se comprometan y cumplan, de largar en las represas un mínimo de caudal garantizando así una mejor calidad de vida en la biodiversidad protegida, así como la belleza de los saltos de Cataratas.
(Fuente: E.T)