Agencia TSS – FanIOT es un consorcio público-privado con mayoría del Estado provincial de Misiones, que se formó en diciembre de 2019. Entre sus principales objetivos estaban la fabricación de nanosensores, sistemas embebidos para Internet de las Cosas (IOT, en inglés), sistemas electrónicos para movilidad eléctrica y plaquetas electrónicas para la enseñanza de robótica, pero la pandemia alteró los planes. Así, decidieron aprovechar su capacidad para diseñar un termómetro inteligente que puede medir temperaturas del ambiente, de personas y objetos sin contacto. El dispositivo posee un sensor infrarrojo y uno de control de distancia, además de permitir geolocalizar la información para generar mapas de calor y alertas.
El proyecto formó parte de la convocatoria COVID-19 de la Agencia Nacional de Promoción I+D+i del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT), por el cual FanIOT obtuvo un ANR de ocho millones de pesos que le permitió ampliar su linea de producción y contratar nuevos profesionales. La empresa espera poder producir mil unidades de este termómetro inteligente en octubre y otras tantas en noviembre, si la demanda acompaña. La iniciativa también cuenta con el apoyo de la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional para favorecer su exportación a países de América Latina y Europa.
La empresa tiene participación mayoritaria del Gobierno de Misiones, a través del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia, de Marandu Comunicaciones S.E., el Polo TIC Misiones y la empresa Smartcultiva, especializada en sensores para IOT.
En diálogo con TSS, Martín Bueno, director de SmartCultiva, dijo: “En abril logramos un prototipo funcional que permitía medir la temperatura y la distancia al objeto para poder ecualizarlas digitalmente, y un sistema de OLED para poder ver los datos en pantalla. El sistema permite que no solo podamos ver la información en el termómetro sino también enviarla a través de Internet, tener en un panel de control con los diferentes lugares adonde está operando cada dispositivo y un mapa con las lecturas”.
El dispositivo posee un sensor infrarrojo y uno de control de distancia, además de permitir geolocalizar la información para generar mapas de calor y alertas.
FanIOT empezó el año proyectando una planta de producción de 100 metros cuadrados en el Parque Tecnológico de Posadas, pero en pocos días llegará a los 400 metros cuadrados gracias a la demanda que generó este termómetro inteligente.
“El prototipo lo pudimos hacer en dos meses porque ya teníamos cosas parecidas. Para nosotros fue un gran logro y un orgullo que se haya hecho en la provincia de Misiones, que muchos no creen que sea un lugar donde se puede hacer alta tecnología. Este producto fue desarrollado con capacidades y científicos e ingenieros de Misiones”, expresó Bueno.
Todos los componentes del termómetro se hacen en el país a excepción del sensor infrarrojo, que es importado de Europa y es específico para medir temperatura en humanos con un margen de error de 0,05 grados centígrados. Esto lo consiguen con un algoritmo que tiene en cuenta el color de la superficie que están midiendo y la distancia a la que se encuentra. La mayoría de los termómetros que se consiguen en el mercado no son específicos para medicina y suelen tener errores de un grado o más. “Hemos abierto algunos de estos termómetros genéricos y no se entiende cómo son los circuitos y si realmente están midiendo de manera fiel”, contó Bueno.
A fines de septiembre, FanIOT entregará los primeros 500 termómetros infrarrojos inteligentes, que ya están asignados a dependencias del Gobierno nacional, provincial y el sector educativo. El precio será cercano a los 150 dólares y en el mundo solo hay otras dos empresas con sistemas similares, cuyos precios rondan los 400 dólares. A partir de la segunda semanda de octubre, los termómetros se podrán comprar en la web de FanIOT y a través de distribuidores.
“Muchos chicos de las provincias tienen que irse a estudiar o desarrollarse a otro lado porque acá no tenían la oportunidad. La idea era desarrollar un polo que de oportunidades de trabajo, un emprendimiento productivo y generar empleo genuino en la provincia”, dijo Sedoff.
“Vemos que la Argentina tiene un potencial enorme en capital humano y desarrollo de tecnología, que no fue promovido en los años anteriores como debería haberlo sido y ahora vemos que si se está haciendo. Para nosotros, como empresa de ciencia y tecnología, tener el apoyo del MINCYT, de la Agencia, nos permite trabajar con mucha libertad”, dijo Bueno.
El ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia de Misiones, Miguel Sedoff, forma parte del directorio de FanIOT y durante una conversación telefónica le dijo a TSS cómo se gestó la idea de crear este consorcio público-privado: “Nos conocimos con Martín (Bueno) en octubre pasado en Dubai, porque yo había acompañado al equipo de la Escuela de Robótica de Misiones que había ganado la First Global Challenge en Argentina, y que viajaron para representar al país en la competencia mundial de robótica en esa ciudad. Martín iba con su empresa, SmartCultiva, a cerrar unos contratos para fabricar sensores para satélites. Le pregunté dónde fabricaba los sensores y me contó que iba a abrir una fábrica en Dubai para Oriente. Le pregunté por qué no lo hacía en la Argentina y me contestó que porque nadie se lo había propuesto, así que se lo propuse”.
FanIOT también está trabajando en otros proyectos, como el desarrollo de un robot para desinfectar ambientes con luz ultravioleta y un kit de sensores ambientales que se instalará en todas las escuelas de la provincia, al que le ven potencial de exportación.
Sedoff explicó a TSS: “Queremos darle a nuestros egresados la posibilidad de trabajar en esta empresa, que los chicos no se vayan de la provincia. Muchos chicos de las provincias tienen que irse a estudiar o desarrollarse a otro lado porque acá no tenían la oportunidad. La idea era desarrollar un polo que de oportunidades de trabajo, un emprendimiento productivo y generar empleo genuino en la provincia. En Misiones hace 50 años que hacemos lo mismo: yerba, té, tabaco, madera y turismo. Creemos que podemos desarrollar la economía del conocimiento como un elemento más, porque tenemos una muy buena educación y tenemos una universidad. Tenemos diseñadores industriales e ingenieros que se están desarrollando profesionalmente y tiene una motivación muy importante, forman parte de algo novedoso, desafiante”.
(Fuente: M.O)