Son horas de tensa incertidumbre para la familia de Mirta Marciana Rodríguez (45), desaparecida desde hace casi 2 meses en Salto Encantado. Los rastrillajes hechos el día de ayer en una zona de monte cerca de la ruta provincial 9 dieron un vuelco en la investigación y en la línea de búsqueda que se sostenía desde el día que se denunció su extravío.
Restos de cuerpo humano, cabellera y prendas de vestir desparramadas entre las malezas fueron la alerta. Y por estas horas, las diligencias judiciales y los exámenes forenses apuntan a esclarecer si se trata de la mujer.
Por este caso ya hay un detenido, un trabajador rural que sería la ex pareja de Mirta. El hombre permanece en una comisaría de la Unidad Regional de Aristóbulo del Valle, por ser sospechoso de femicidio.
Familiares de Mirta no pierden la fe de encontrarla con vida. En ese contexto, Marina Rodríguez, hermana de la víctima, accedió a hablar en una radio provincial y compartió: “Ayer nos dijeron que todo indicaba que era ella, pero para mí no. Ojalá que no sea ella”.
Sin rastros
Marina recordó que “el 20 de mayo fue la última vez que estuvo conectada con su celular”. Era frecuente que Mirta viajara a 25 de Mayo para cuidar y acompañar a su madre, por lo que no era extraño que se manejara en colectivo y conociera la zona. “Siempre se movilizaba sola”, explicó.
“Me enteré por mi mamá que ella había ido (a 25 de Mayo) un viernes y volvía el lunes a cobrar una plata, y volvía a la casa de mi mamá”. Horas después de aquel 20 de mayo se supo que Mirta no llegó a destino, y la preocupación escaló.
Sin mayores precisiones más que los recientes hallazgos, Rodríguez reconoció: “A esta altura del partido no tengo ni idea de qué le pasó”. Un dato clave que no se logró esclarecer aún es qué pasó con su teléfono celular y sus pertenencias. Marina recordó que “todos los días la llamaba para saber de ella”.
“Si él es el culpable, que pague”
El Territorio pudo confirmar que el actual detenido era buscado desde hace varias semanas. Es que, el día de la desaparición de Mirta, él habría viajado a Buenos Aires -donde tiene domicilio-, dejando su trabajo en un yerbal.
Testimonios apuntaron a que él tendría relación directa con el extravío de Rodríguez, por lo que el martes fue notificado del hecho y demorado. Sin embargo, los restos encontrados ayer en Colonia Pindayti motivaron a que pasara a quedar detenido.
Fuentes consultadas por este medio advirtieron que el peón habría confesado el hecho a un compañero: “Me mandé una macana”, fue la expresión que lo habría delatado.
Al respecto, Marina afirmó que “estamos al tanto de que él habría confesado haberla desaparecido”, sin embargo, su familia sabe poco y nada de su persona. “Ella nunca nos contó nada de esa relación, nunca se quejó. Al marido de ella no lo conocí, sólo una vez lo ví y noté que él usaba siempre un puñal en la cintura”, describió.
En medio de la incertidumbre y la angustia por falta de certezas, los seres queridos de Rodríguez no pierden las esperanzas y piden “justicia por ella, pero si él es culpable, que pague”, clamó Marina con voz entrecortada.
En un último llamado a la solidaridad, la mujer suplicó que quienes tengan información sobre los últimos movimientos de Mirta Rodríguez lo declaren a la Policía. “Pido a los vecinos de Salto Encantado que si saben algo, que no den el nombre, pero que hablen. Y que se haga justicia, porque esto no puede quedar así”.
(Fuente: El Territorio)