La Argentina cuenta con pymes del sector denominado “industria 4.0 tangible”, que demuestra ser altamente eficiente y competitivo. Anunciadas las medidas de emergencia sanitaria y definidas las prioridades, distintos grupos de innovadores, emprendedores, empresarios pyme, científicos y universidades públicas interpretaron la urgencia y la delicada situación de nuestro sistema de salud público y privado para hacer frente a la pandemia.
El prototipo de respirador artificial de bajo costo que desarrolla un grupo de jóvenes ingenieros santafesinos junto a la Universidad Nacional de Rosario es la noticia más alentadora, pero hay otras.
En la provincia de Catamarca, un grupo de técnicos electrónicos e ingenieros de la Universidad Nacional de Catamarca (Unca) tuvieron la iniciativa de elaborar respiradores mecánicos como soporte a los respiradores convencionales ante el eventual colapso de la disponibilidad de ese insumo.
Otro ejemplo interesante es el de Tecme, una pyme cordobesa que es la mayor fabricante de respiradores artificiales del país: dejó de exportar y aumentó un 300 por ciento su producción en medio de la pandemia, y prevé abastecer al Estado nacional con 4.000 nuevos respiradores en los próximos días.
Todo esto es tan sólo una muestra de la flexibilidad de la industria para adaptarse al contexto.
En Concordia, provincia de Entre Ríos, se inició la impresión 3D de equipos de asistencia respiratoria, y en este rubro específico, la Cámara Argentina de Impresión 3D está convocando a todos y a todas quienes presten ese servicio, a integrarse a su base de datos.
Por otra parte, un equipo de bioingeniería que integro, formado por cuatro pymes de la región del Gran Buenos Aires, lleva adelante un proyecto que apuesta a encontrar una solución de bajo costo y sencilla reproducción en serie que pueda dar respuesta a todos los infectados que se necesiten hiperventilar.
En los próximos días estaremos entregando en forma gratuita al Ministerio de Defensa de la Nación el prototipo, sus planos y sus proveedores de partes para que el Estado pueda responder a la emergencia a la velocidad y en la cantidad que lo necesite. Este es nuestro aporte voluntario para enfrentar la pandemia entre todos.
Todas estas empresas tecnológicas están en el país.
Y la creatividad, el conocimiento, la innovación y la voluntad política están confluyendo para aprovechar las capacidades del sector en la emergencia.
Esto, que parece algo común, no sucede en muchos países.
Del mismo modo que destacamos el aporte de los médicos de Cuba al mundo, la Argentina tiene la capacidad de construir soluciones para la demanda interna en esta emergencia por la pandemia del coronavirus e inclusive para colaborar con otros países.
(Fuente:E.T)