El ex líder de los Redonditos de Ricota, un ícono del rock nacional, dejó entrever que ya no hará más shows en vivo de su parte, y habló de su lucha contra el Parkinson. “El míster no tiene vocación de directo, tiene ganas de hacer música y que la toque quien quiera”, afirmó.
“En este momento está entreabierta esa puerta, por mi enfermedad, más allá de lo que te quiera contar. No quiero transformar esto en una cosa crítica, no me permite estar en mi mejor versión. Desgraciadamente para mí, el Parkinson va progresando, pero hay que presentarle batalla”, le dijo el Indio Solari a Mariskal Romero, un legendario periodista español especializado en rock en una charla que mantuvieron este miércoles en una radio española.
“En este momento está entreabierta la puerta, porque mi enfermedad -más allá de lo que yo te quiera contar porque no quiero transformar en una cosa crítica-, no me está permitiendo estar en mi mejor versión. Y yo me parece que ya no tengo más ganas de asomar por este mal que me tiene… No quiero ser un artista que esté peleando ahí en el escenario. El Indio ya cumplió su tiempo y el Míster no tiene vocación de directo”, sentenció. “Esto ya lo tengo decidido desde hace mucho tiempo. Cuando le entrego, les regalo la banda y la marca a Los Fundamentalistas porque se comportaron conmigo con mucho entusiasmo y emoción durante los 15 años que estuvimos juntos, yo hacía rato que ya sabía que cuando me llegara el asunto de viejo, de jovato, de artista jovato, no quería que estuviera ahí arriba el Indio. Ya lo tengo preparado, no estoy sufriendo ni penando, no extraño mucho el escenario”, agregó en ese sentido.
No es fácil, después de 40 años de éxitos, bajarse del escenario o alejarse de los micrófonos de pie y los instrumentos, pero Solari asegura que no lo vive con angustia. “De vez en cuando, cuando los veo a los chicos tocar, me agarra una cosita, pero no es un drama. Estoy tranquilo y haciendo lo que más me gusta. No me gustaría que en algún momento me impidiera hacer canciones, porque a mi lo que más me gusta, en todo lo que me ha pasado, es hacer 10 canciones nuevas para que las cante la gente. Y eso sí que no me gustaría tener que dejarlo. Pero para el directo están los chicos, que lo hacen muy bien, son una banda que suena de puta madre. Yo los quiero tanto que disfruto con ellos”, afirmó.