Las nenas tienen 8 y 5 años y fueron rescatadas de su casa, donde eran abusadas por tres amigos de su madre. En Cámara Gesell contaron cosas aberrantes. Las pequeñas están resguardadas en una institución a la espera de ser adoptadas
Algunos de los profesionales y funcionarios que asistieron a las hermanitas de 8 y 5 años tuvieron que hacer un enorme esfuerzo para ahogar el llanto que afloraba al escuchar el horror de boca de las propias chiquitas, quienes hace un año fueron separadas de su madre tras una denuncia por abuso sexual.
Sin posibilidad de ser cobijadas por la familia ampliada, como abuelos o tíos, actualmente las niñas se hallan en estado de adoptabilidad y permanecen alojadas en una institución para menores judicializados.
El futuro de las hermanitas es incierto. De lo que no hay dudas, es que están mejor lejos de su progenitora, como ellas mismas lo dicen.
Respecto a la causa penal, están imputados tres hombres identificados como Walter B. (39), Guillermo P. (56) y Leandro Emanuel M. (27), procesados con prisión preventiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal.
El relato de las menores en Cámara Gesell resultó tan contundente como aberrante. A su vez, todos mantenían relaciones sexuales con la madre y consumían drogas en el domicilio donde vivían las nenas.
La propiedad, ubicada en pleno centro de Oberá, es conocida por los vecinos como un “antro de drogas y promiscuidad, un aguantadero que varias ocasiones fue allanado por la Policía por diferentes robos”.
Incluso, en la madrugada de ayer se registró una nueva intervención policial en el lugar.
Es el mismo domicilio que oportunamente fue allanado en el marco de la investigación por el homicidio de la catequista y comerciante Gladis Gómez (39), fallecida el 13 de marzo de 2022 tras ser baleada por un motochorro.
En aquella ocasión, quien era pareja de la madre de las menores quedó en la lupa de los investigadores, aunque las sospechas se diluyeron. Por el homicidio tampoco hay detenidos.
El peor delito
Ante la gravedad del caso en perjuicio de las nenas que actualmente tienen 8 y 5 años, ya en septiembre el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá rechazó el pedido de excarcelación de tres implicados.
En tanto, la madre de las menores también está siendo objeto de investigación por facilitación, aunque por el momento continúa en libertad. Trascendió que oportunamente la fiscalía solicitó su detención.
Diferente es la situación de los tres hombres que fueron nombrados en Cámara Gesell por las nenas con detalles aberrantes que derivaron en la calificación de abuso sexual con acceso carnal.
En este contexto, estaría pronto el dictado de prisión preventiva, instancia que deriva en el traslado a una dependencia del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).
Por el momento, los implicados están alojados en diferentes dependencias de la Unidad Regional II de Oberá.
El artículo 119 del Código Penal impone penas de hasta 15 años de cárcel para el abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de menores de 13 años, como este caso.
Denuncias previas
El hecho salió a la luz en noviembre del año pasado y en principio fue detenido Leandro Emanuel M., a quien las nenas identificaron como el “todo tatuado”. Luego tuvieron que pasar varios meses para dar con los otros dos implicados, quienes pudieron ser identificados por sus apodos y otros datos.
Se trata de un caso complejo que tuvo varias instancias previas por sucesivas denuncias de los vecinos, aunque una y otra vez las pequeñas fueron restituidas a su madre, a pesar del entorno hostil y el riesgo que ello suponía para dos nenas chiquitas, ya que la madre es adicta y era habitual la presencia de hombres en la casa.
Pero esto cambió el pasado 23 de noviembre del año pasado, cuando una trabajadora social de la Municipalidad de Oberá denunció que las hermanitas habrían sido víctimas de abuso sexual por parte de allegados a la progenitora.
En consecuencia, se dispuso una medida de protección y personal del Departamento de Niñez con apoyo de la Comisaría de la Mujer retiraron a las dos nenas de la casa y las pusieron en resguardo de un hogar para menores judicializados.
Según consta en la denuncia original, fue la propia madre quien comentó que las chiquitas habrían sido sometidas sexualmente.
Operativo de rescate
La tremenda confesión fue brindada en el marco de una consulta con un profesional que la asiste por su adicción al alcohol y las drogas, quien luego -como indica el protocolo- dio parte a los funcionarios competentes para salvaguardar a las niñas.
Fue así que se dispuso el operativo de asistencia y apenas arribaron al lugar, en pleno centro de Oberá, constataron varias irregularidades.
En principio, era de mediodía y la madre (de 39 años) estaba durmiendo. Fueron las nenas quienes la despertaron a solicitud de las autoridades.
Al presentarse, la mujer evidenciaba signos de estar alcoholizada o bajo los efectos de otra sustancia.
“Llamó la atención la naturalidad con que las niñas aceptaron irse de la casa. Ninguna pidió por la mamá”, confió un vocero.
Otro dato que avaló la hipótesis de derivó en la denuncia, fue que durante gran parte de esa misma madrugada la mujer dejó solas a las nenas al cuidado de un supuesto amigo.
Por los antecedentes previos, como ser que en varias ocasiones la mujer encerró a las nenas en la casa y se ausentó por horas, la justicia le quitó la tenencia y aún permanecen en una institución a la espera de ser adoptadas, ya que tampoco la familia ampliada estaría en condiciones de hacerse cargo de las mismas.
Si bien en primera instancia la progenitora no quería denunciar -por lo que el primer alerta lo dio una funcionaria-, luego lo hizo y salvó su propia responsabilidad en los hechos, lo que le evitó ser implicada, al menos por el momento.
(Fuente: noticiasdeacanda.com)