El Gobierno transformó el INAI y lo incorporó a la estructura central del Estado. Por decreto, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas dejó de ser un organismo descentralizado. La medida busca reducir el gasto, fortalecer el control presupuestario y concentrar funciones bajo la Jefatura de Gabinete.
A través del Decreto 438/2025, el Poder Ejecutivo Nacional dispuso la transformación del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) en una unidad organizativa dentro de la Vicejefatura de Gabinete del Interior, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros. La decisión implica la pérdida de su carácter descentralizado y forma parte del proceso de reorganización del Estado en el marco de la Ley Bases N° 27.742, que otorga al Ejecutivo facultades especiales por un año.
El Gobierno justificó la medida como una forma de mejorar la eficiencia administrativa, transparentar el gasto y reducir el déficit fiscal. El personal, los recursos presupuestarios, los bienes y las competencias del INAI serán absorbidos por la nueva estructura, sin que —según se aclara— se vean afectados los derechos de los pueblos originarios ni sus instancias de participación constitucionales.
Reducción del aparato estatal y control del gasto: los argumentos oficiales
La transformación del INAI responde a los lineamientos establecidos en la Ley Bases, que faculta al Ejecutivo a modificar o suprimir organismos estatales con el objetivo de reducir estructuras superpuestas, eliminar funciones innecesarias y mejorar la asignación de recursos públicos.
El decreto destaca que en 2024 había 88.095 agentes en organismos descentralizados, más del doble que en 2010 (35.481). Además, se señala que 477 autoridades superiores integraban 111 organismos —40 desconcentrados y 71 descentralizados—, lo que generaba una carga administrativa “excesivamente onerosa”.
El informe técnico que sustenta la medida fue elaborado por la Dirección Nacional de Diseño Organizacional y la Subsecretaría de Desarrollo y Modernización del Empleo Público, ambas dependientes del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.
Auditorías, ineficiencia y falta de control
Uno de los ejes más contundentes del decreto es la auditoría de la SIGEN (Sindicatura General de la Nación), que detectó graves deficiencias de gestión en el funcionamiento del INAI. Entre las irregularidades señaladas se incluyen:
- Falta de registros sobre juicios contra el Estado a cargo del organismo.
- Omisiones en expedientes presupuestarios y de ejecución de gastos.
- Deficiencias en el registro patrimonial.
- Inconsistencias en la rendición de subsidios.
- Procedimientos de contrataciones fuera de la normativa vigente.
En este sentido, el Ejecutivo sostiene que las funciones que cumplía el INAI —como la gestión de registros, la planificación programática y el asesoramiento técnico— pueden desarrollarse sin necesidad de un organismo descentralizado.
El decreto aclara que no se verán afectados los derechos reconocidos a los pueblos originarios por el artículo 75, inciso 17, de la Constitución Nacional, ni las funciones establecidas en la Ley 23.302. Se mantendrá la participación indígena a través del Consejo de Coordinación, cuya nueva conformación será reglamentada y permitirá la representación de las comunidades, las provincias adherentes y ministerios nacionales clave.
También se disuelve el antiguo Consejo Asesor, que, según el decreto, se reunió una sola vez en 12 años y carecía de representación indígena directa.
Mientras se adapta la estructura administrativa, el personal actual del INAI mantendrá su situación de revista, al igual que las autoridades y unidades organizativas, hasta que se formalice su incorporación a la Vicejefatura de Gabinete del Interior. Todos los recursos, bienes y compromisos presupuestarios también se transfieren automáticamente a la nueva unidad organizativa.
La medida comenzará a regir al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial, y se instruyó al jefe de Gabinete a proponer una readecuación completa de la nueva estructura, incluyendo el mecanismo de representación indígena y el cumplimiento de sus funciones específicas.