Franco Colapinto sufrió la primera decepción fuerte desde su desembarco en la Fórmula 1: en el Gran Premio de Brasil, chocó contra el muro en la vuelta 32 y debió abandonar. Se trató una jornada negra para Williams, que no había podido poner en pista el monoposto de Alex Albon tras el accidente que había padecido en la qualy.
Así como al argentino, de 21 años, se le destacó la frescura y espontaneidad para declarar en todo lo bueno que exhibió hasta Interlagos, tampoco apeló a frases de ocasión para explicar lo sucedido en la pista. El bonaerense lamentó el hecho de quedar afuera de competencia pero, sobre todo, los daños en su vehículo. “Fue un golpe muy fuerte, el auto quedó destrozado. Estoy muy triste, perdón al equipo, trabajó un montón para poner el auto en pista. Es una pena. Estaba muy mojada la pista. Hay que enfocarse en la próxima carrera”, subrayó.
“Las condiciones eran muy duras y fue una pena por el equipo. Fue una carrera para el olvido, veníamos para hacer una buena carrera”, añadió para las cámaras de TV. Luego tomó contacto con la prensa escrita y digital. Y explicó la estrategia con las gomas, que quedó trunca por las complicaciones que ofreció la lluvia. De hecho, la carrera quedó en pausa tras el accidente de Franco. Y varias vueltas antes, los distintos pilotos venían reclamando el parate por radio.
“Paramos para tener las gomas intermedias calientes. Estaba apretando en la vuelta de salida para mantenerlas con temperatura alta. Era inmanejable con las gomas intermedias”, explicó. “Había un río muy grande y estaba apretando para mantener las gomas calientes y perdí el auto”, detalló la razón por la que impactó contra el muro. Luego, intentó llevarles tranquilidad a los fanáticos que colmaron las tribunas para expresarle su apoyo: “Estoy bien físicamente”.