miércoles, 4 diciembre, 2024

Día del Médico: 10 lecciones esenciales del doctor René Favaloro

Cada 3 de diciembre se conmemora el Día del Médico, una fecha dedicada a honrar la labor incansable de quienes dedican su vida al cuidado de la salud.

Esta celebración tiene sus raíces en el natalicio del médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés, quien en 1833 marcó un hito en la medicina mundial al identificar al mosquito Aedes aegypti como el transmisor de la fiebre amarilla. Este descubrimiento no solo salvó miles de vidas en América Latina, sino que también estableció un precedente en la importancia de la investigación científica para el control de enfermedades epidémicas.

En este marco, el legado del médico cardiólogo argentino René Favaloro cobra un significado especial, al recordar que la prevención, la ética y el compromiso social son pilares fundamentales de la medicina moderna.

Favaloro, al igual que Finlay Barrés, dejó una marca indeleble en la historia de la medicina al desarrollar y estandarizar el bypass coronario, una técnica quirúrgica que salvó millones de vidas en todo el mundo. Pero el legado del médico va mucho más allá de los avances técnicos. Favaloro insistió en la necesidad de democratizar los beneficios de los progresos médicos, asegurando que la ciencia estuviera al servicio de toda la humanidad, y no únicamente de las élites.

René Favaloro, médico cardiólogo.

Su énfasis en la prevención de enfermedades cardiovasculares, su llamado a reducir las desigualdades en salud y su ética inquebrantable hacen eco en una época donde los desafíos de la salud pública siguen siendo numerosos.

Este día no sólo es una oportunidad para rendir homenaje a los médicos del pasado y del presente, sino también para reflexionar sobre cómo sus enseñanzas pueden guiarnos hacia un futuro en el que la salud sea un derecho universal, accesible y sostenido por los valores éticos más elevados.

10 lecciones de Favaloro sobre la salud, la medicina y la sociedad

1- La ciencia como un acto espiritual

“La ciencia es una de las formas más elevadas del quehacer espiritual, pues está ligada a la actividad creadora del intelecto, forma suprema de nuestra condición humana”, según sus declaraciones en una Conferencia en la Universidad de Tel Aviv, 1995.

2- La medicina debe ser accesible a todos

“Los progresos de la medicina y de la bioingeniería podrán considerarse verdaderos logros para la humanidad cuando todas las personas tengan acceso a sus beneficios y dejen de ser un privilegio para las minorías”, dijo el cardiólogo en el Congreso de Bioingeniería que se desarrolló en Buenos Aires, en 1999.

3- El rol primordial de la prevención

En su disertación en la Conferencia del Congreso Interamericano de Cardiología, en agosto de 1999, Favaloro destacó que “la prevención y el control de enfermedades son fundamentales para la mejora continua de la salud de la población. Para ello se deben tomar medidas destinadas a producir cambios en el nivel de vida de las poblaciones marginadas y eliminar las desigualdades evitables e injustas en términos de salud y bienestar individual y colectivo, demanda persistente y creciente de las sociedades latinoamericanas”.

4- El respeto y la ética en la medicina

Para el cardiólogo argentino, en el ejercicio de la medicina, el respeto por el paciente y la ética debían estar siempre presentes. Así lo hizo saber en el Congreso de Bioingeniería, en 1999: “En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad”.

5- El compromiso social en la medicina

En su mensaje a los estudiantes reunidos en Glacier Park Lodge, Montana, Estados Unidos, en 1993, Favaloro citó una frase de su libro Don Pedro y la educación: “Debemos trabajar, trabajar y trabajar con pasión. Siempre habrá tiempo para el ocio fecundo, en beneficio de todos. Hemos de esforzarnos para mejorarnos individualmente, pero entendiendo que formamos parte de una sociedad que demanda nuestra participación. Cuanto más destacada sea nuestra posición individual, más grande será nuestro compromiso social. Hay que aprender a no marearse con las alturas de la montaña. En la montaña de la vida nunca se alcanza la cumbre”.

6- El derecho a la salud

Favaloro insistía en que la salud debía ser entendida no solo desde un punto de vista físico, sino también como parte de un todo que incluye la educación, la justicia social y la equidad. “Es imprescindible organizar la cooperación internacional entre los países desarrollados y en desarrollo y luchar todos juntos por una sociedad mejor, con mayor equidad y justicia social, que haga posible respetar y defender -junto con las demás conquistas sociales– el derecho inalienable del hombre a gozar de buena salud”, dijo el recordado cardiólogo en 1999, en la Conferencia Internacional sobre la Salud del Corazón en los Países en Desarrollo, en Nueva Delhi, India.

7- La importancia de dar el ejemplo

Según Favaloro, cada acción diaria, cada interacción, es una oportunidad para enseñar. “Debe entenderse que todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo”, dijo en una conferencia en la Universidad de Tel Aviv, en 1995.

8- El daño ecológico y su impacto en la salud

Favaloro fue consciente de la creciente emergencia ecológica y sus repercusiones en la salud de la humanidad. En su libro De La Pampa a los Estados Unidos, mencionó: “Si no tomamos conciencia del desastre ecológico que el hombre ha desatado en nuestro planeta -la Argentina no queda excluida- las consecuencias serán terribles. (…) Todos debemos comprometernos a luchar sin descanso por la rehabilitación del aire, el agua y la tierra.”

9- El valor de la cooperación internacional

“Es imprescindible organizar la cooperación internacional entre los países desarrollados y en desarrollo y luchar todos juntos por una sociedad mejor, con mayor equidad y justicia social, que haga posible respetar y defender -junto con las demás conquistas sociales- el derecho inalienable del hombre a gozar de buena salud”, expresó en la Conferencia Internacional sobre la Salud del Corazón, realizada en Nueva Delhi, en 1999.

10- La ética como base para una sociedad justa

En el mismo discurso antes citado, en Glacier Park Lodge, Montana, Estados Unidos, en 1993, sentenció: “Ha llegado el momento, insisto, de detener el girar constante de nuestro planeta. Examinarlo, examinarnos, hacer el diagnóstico correcto y buscar todos juntos el tratamiento adecuado. Sólo lo lograremos si entendemos que estamos convocados por un compromiso ineludible: debemos luchar por una sociedad más justa y equitativa, sin prejuicios de ninguna índole. Sólo lo lograremos si no nos apartamos nunca de los lineamientos éticos basados en el respeto a la dignidad del hombre.

Estas lecciones, surgidas de su vasta experiencia tanto en la medicina como en la reflexión social y ética, siguen siendo fundamentales para mejorar la salud pública, la equidad social y el desarrollo de sociedades más justas.

(Fuente: Infobae)

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