jueves, 26 diciembre, 2024

Crece el consumo de droga en niños y adolescentes

“Entre los chicos lamentablemente está muy naturalizado”, dijo el padre Barros.

El drama de las adicciones es un flagelo que no distingue las clases sociales, el sexo y desafortunadamente tampoco la edad. Este año dos casos, sólo por nombrar algunos, volvieron a alarmar a padres e instituciones educativas: dos adolescentes de 16 años que llevaron marihuana fraccionada al BOP 5 de Candelaria y el otro adolescente que conmocionó al colegio Roque González al consumir clonazepam en plena clase.

Tal es así que la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) calificó a la Argentina en estado de emergencia por el incremento del consumo de drogas. Es que los últimos datos reflejan un dramático escenario: en siete años (entre 2010 y 2017), el consumo de alguna droga ilícita en niños y adolescentes aumentó un 146{3ff13aebe241d80a0f7dbd2f56b77d3811ac54c5405045bb6f635e033c46b244}.

La cifra se desprende del estudio sobre el Consumo de Sustancias Psicoactivas, realizado en 2017, en una población de entre 12 y 65 años que incluyó 20.658 personas. Se relevó en los 23 territorios provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires. Otro dato que enciende el alerta es la facilidad de acceso, en el informe más de la mitad de niños y adolescentes manifestaron que les sería fácil conseguir marihuana en 24 horas.

El padre Alberto Barros, cura de la parroquia Sagrada Familia de Posadas, indicó que con el equipo de Cáritas de prevención y recuperación de adicciones, además de recibir personas de lunes a viernes en la sede parroquial, se acercan a los barrios para contener a adolescentes, adultos y a sus familias.

Este año, además del trabajo periódico en el barrio Néstor Kirchner, extendieron sus redes para llevar contención y asistencia al San Lucas y a la parroquia La Enunciación, cercana a la Terminal de Ómnibus. Es por ello que les resulta complicado cuantificar el total de las consultas.

Barros indicó que las adicciones más frecuentes con las que llegan las personas a la sede parroquial son marihuana y alcohol, en menor medida cocaína, en tanto la ludopatía es una adicción que se multiplicó este año. “No sé si tiene que ver con la crisis económica pero está pasando”, dijo.

El padre Barros es un denunciante constante de la presencia de las drogas en Misiones y de su impacto en las poblaciones más jóvenes. “En general atendemos a los adolescentes que consumen marihuana que vienen por insistencia de la familia, por la gran angustia que tienen los padres sobre el tema. Entre los chicos lamentablemente está muy naturalizado”, expresó.

Y continuó: “Prácticamente no tenemos campañas de prevención en los medios tradicionales, en las redes sociales, y los adolescentes piensan que fumar marihuana está fenómeno, que no pasa nada y los beneficia. Esa confusión hace que el tema de la marihuana en la adolescencia esté gravemente extendido”.

Por su parte, el reciente balance de fin de año que hizo el Equipo Diocesano Pastoral de Adicciones de Oberá tampoco arrojó un panorama muy alentador. Durante este 2019, el equipo que comenzó a funcionar hace tres años atendió 3.250 consultas de personas que tienen problemas con algún tipo de consumo.
El informe expresa que la edad de inicio en el consumo de estupefacientes -aunque no detalla cuáles- en general se da entre los 10 y 11 años.

El informe también desglosa que el 52{3ff13aebe241d80a0f7dbd2f56b77d3811ac54c5405045bb6f635e033c46b244} de los atendidos son hombres, mientras que el 48{3ff13aebe241d80a0f7dbd2f56b77d3811ac54c5405045bb6f635e033c46b244} mujeres. Es así que desde la Diócesis de Oberá plantean la imperiosa necesidad de que la zona Centro cuente con un centro asistencial con internación partiendo de la base de que resulta insuficiente el tratamiento ambulatorio.

(Fuente:E.T)

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