Autoridades sanitarias de Brasil reportaron este martes 204 nuevas muertes en el país como consecuencia del Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, lo que lleva el total en el país a 1.532.
Es la primera vez desde el comienzo de la pandemia que se registran más de 200 decesos en un día, y la cifra representa un importante salto con respecto al registro de la víspera, en el que se informó de 105 muertes.
El total de casos positivos, en tanto, se incrementó en 1.839 y llegó a 25.262. Con este balance, Brasil toma distancia como el país más afectado por el coronavirus en América Latina, tanto en transmisiones como en decesos.
El estado más afectado por el virus continúa siendo San Pablo, que registra 9.371 casos positivos y 695 muertes, el 37 y 45 por ciento de las cifras a nivel nacional, respectivamente. Lo sigue Río de Janeiro, con 3.410 transmisiones y 224 decesos. Este martes se confirmó que uno de los casos positivos en este último estado corresponde al gobernador, Wilson Witzel.
En una publicación en Twitter, el mandatario dijo que desde el pasado viernes no se había sentido bien y fue entonces cuando pidió la realización de un examen. “Hoy, el resultado salió positivo”, dijo, a la vez que pidió a los habitantes del estado que se queden en sus casas.
En el video publicado en sus redes sociales, Witzel informó que sintió fiebre, dolor de garganta y pérdida del olfato, pero que se siente bien y continuará trabajando en el Palácio das Laranjeiras, la sede oficial del gobierno estatal. “Seguiré trabajando, pero manteniendo restricciones y las recomendaciones médicas”, dijo.
Junto al gobernador del estado de San Pablo, João Doria (PSDB), Witzel es uno de los gobernadores que han implementado medidas de aislamiento social y llamado a la población a seguir las recomendaciones de higiene y distanciamiento de las autoridades sanitarias.
Su postura contrasta con la del presidente Jair Bolsonaro, quien minimiza el peligro de la pandemia y busca la reapertura de la actividad económica, actitud que le ha valido críticas tanto en el plano nacional como el internacional.
El jefe de Estado ilustra su desden por las medidas tomadas a través de declaraciones públicas y paseos esporádicos por Brasilia, en los que estrecha las manos de otros ciudadanos. En un pronunciamiento en red nacional, también incentivó a los brasileños a que vuelvan a sus puestos de trabajo porque el desempleo también provoca “muertes”.
Bolsonaro también ha encontrado resistencia en su propio gabinete, específicamente en el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. De hecho, durante las últimas semanas rumores acerca de su posible despido, consecuencia de sus discordancias sobre el abordaje de la pandemia, estuvieron a la orden del día.
Mandetta realizó una poco velada crítica al Presidente el lunes, cuando pidió un “único discurso” del Gobierno para combatir el brote porque la población “no sabe” si debe “escucharle” a él o a Bolsonaro.
“Espero que esta validación de los diferentes modelos para hacer frente a esta situación pueda ser común y que podamos tener un discurso único y unificado”, afirmó Mandetta en una entrevista a la red Globo, divulgada en la noche del domingo.
(Fuente: El Territorio)