El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, advirtió este domingo del riesgo de que el coronavirus regrese como un “bumerán” si los ciudadanos relajan las precauciones, después de que el buen tiempo haya sacado de casa a miles durante el fin de semana.
De Blasio, en una conferencia de prensa, avisó de que un aumento de los nuevos casos de COVID-19 retrasaría la “reapertura” de la ciudad y rogó a la población que siga evitando las reuniones y cubriéndose el rostro en lugares donde no es posible mantener una distancia segura con otros.
La policía neoyorquina repartió durante el sábado medio centenar de citaciones a personas que estaban incumpliendo esas reglas, principalmente en parques, aunque el alcalde subrayó que la gran mayoría de los habitantes están actuando con mucha responsabilidad. Además, tres individuos fueron arrestados tras un incidente que comenzó supuestamente porque no estaban respetando las medidas para frenar la pandemia.
Según las autoridades, ese episodio ha llevado a la apertura de una investigación interna, después de que se recibieran quejas por la actuación de los agentes, a los que puede verse reduciendo de forma violenta a dos jóvenes afroamericanos en un vídeo que ha circulado por las redes sociales.
De Blasio insistió en que la policía no va a permitir reuniones en lugares públicos, aunque sean pequeñas, dado que plantean un gran riesgo de que la enfermedad rebrote.
Nueva York ha reforzado la presencia policial en puntos como parques, que este sábado se veían bastante llenos en una jornada de buen tiempo y tras semanas de confinamiento.
Tras bajar de forma continuada durante los últimos días, los fallecimientos por COVID-19 registraron un ligero repunte en la última jornada en el estado de Nueva York, el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos. El gobernador, Andrew Cuomo, informó este sábado de 299 nuevas muertes, 10 más que en el día anterior, algo que calificó como “malas noticias”, pese a que los números están ya muy lejos de los casi 800 fallecimientos diarios que llegaron a registrarse durante la segunda semana de abril.
En total, han muerto en el estado casi 24.000 personas desde el inicio de la pandemia si se tienen en cuenta los fallecimientos probables por coronavirus que incluye en su recuento la ciudad de Nueva York. De las últimas muertes, 276 tuvieron lugar en hospitales y 23 en residencias de ancianos, con una mayoría de ellas en la Gran Manzana, la zona más afectada con diferencias.
Mientras, el número de nuevas hospitalizaciones -uno de los indicadores que más interesa a las autoridades- continúa descendiendo y bajó hasta 831 en la última jornada, tras mantenerse entre 900 y 1.000 durante la semana.
Cuomo dijo que se está pidiendo a los hospitales más información sobre los nuevos pacientes para tratar de determinar donde se sigue infectando la población en medio de las fuertes medidas de confinamiento que hay en vigor.
El gobernador, en su conferencia de prensa diaria, facilitó además nuevos datos sobre las pruebas de anticuerpos que se están llevando a cabo en el estado para, a modo de encuesta, tener una idea de cuánta gente ha sufrido el COVID-19. Con más de 15.000 tests efectuados, un 12,3 % de las personas ha dado positivo, un porcentaje ligeramente inferior al 14,9 % que se había registrado a principios de esta semana, cuando se habían hecho 7.500 pruebas.
En la ciudad de Nueva York, el porcentaje de personas que habrían superado la enfermedad se eleva al 19,9 %, aunque también es menor que el 24,7 % que se había registrado anteriormente. Dentro de la Gran Manzana, El Bronx tiene una tasa especialmente alta, con un 27,6 % de positivos, mientras que el resto de distritos están todos por debajo del 20 %.
(Fuente Infobae)