viernes, 26 julio, 2024

Condenan a exagente por intentar robar armas de la escuela policial

Se concretó durante la mañana de ayer un juicio abreviado en el juzgado Correccional y de Menores 2, a cargo de César Jiménez, en el cual un expolicía aceptó culpabilidad en los cargos formulados por intento de robo de diez armas de fuego de la Escuela de Cadetes de Policía en marzo del 2013. La condena fue de tres años de prisión en suspenso y dos de inhabilitación especial.

El acuerdo se realizó entre el Ministerio Público Fiscal a cargo de Yolanda Mazal y la defensa de Tiago Rodrigo Stiegelmeier (28) y luego homologado por el magistrado Jiménez.

De acuerdo a lo ventilado en el debate y que obra en el expediente, el encartado organizó el robo de armas en el entonces Instituto Superior de Formación Técnica Profesional de la fuerza provincial (ISFoTeP) que funcionaba por aquel entonces dentro de la Escuela de Cadetes Manuel Belgrano, junto a un cómplice y para ello ofreció dinero para que un suboficial actuará como colaborador.

Stiegelmeier se declaró culpable del delito de “cohecho activo y hurto agravado en grado de tentativa por ser miembro de una fuerza policial en concurso real.

El origen del frustrado robo ocurrió el jueves 21 de marzo de 2013, cuando el por ese entonces agente de Policía citó a un colega, un sargento, y le ofreció 10 mil pesos para que días posteriores le ayuda a concretar “un negocio” para los dos. Finalmente el suboficial sería clave para desbaratar el intento de robo de diez fusiles que estaban dentro de las instalaciones del mencionado instituto policial en donde prestaba guardia.

Ante la presunción del ilícito, se montó una estrategia con policías encubiertos y según se supo en el debate, hasta recibió el dinero ofrecido para que el sospechoso no desconfiara que su plan estaba en marcha. Todo con conocimiento de la superioridad de ese momento.

Fue así que en las primeras horas del 25 de marzo del 2013, el ahora condenado ingresó a la escuela con un cómplice tras arribar en un automóvil Volkswagen Gol gris y una motocicleta 250 respectivamente.

Entregó la suma de 10 mil pesos al sargento para que pudiera ingresar al lugar, extraer del interior dos bolsas de tela de grandes dimensiones en la que guardó diez armas de fuego, cinco FAL (Fusil Automático Liviano) en cada bolsa.

Tras guardarlas en el vehículo del agente, se predisponían a escapar pero fueron interceptados por uniformados apostados en las inmediaciones bajo directivas del Juzgado de Instrucción 7.

Tras un intento de evitar la detención portando su arma reglamentaria, unos disparos intimidatorios, hicieron que Stiegelmeier desistiera y se entregara con su compañero. En su momento además le secuestraron una pistola 9 milímetros marca Thunder, 2.000 dólares, 470 pesos en efectivo y una radio portátil con frecuencia policial.

(Fuente: Primera Edición)

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