RAWSON – El fiscal jefe de la Unidad Anticorrupción, Omar Rodríguez, imputó a la exministra de Familia de Chubut, Cecilia Torres Otarola, y a otras doce personas involucradas en 13 hechos por los delitos de fraude al Estado, en la causa conocida como “Ñoquis calientes”.
Según el pedido de apertura de investigación, se acusa a Torres Otarola en diez hechos por defraudación al Estado y tres por concusión. Una de las imputadas, Silvana Cañumil, la niñera de Torres Otarola, figuraba como asesora y sería la encargada de recaudar “el diezmo” que la exdiputada le cobraba a las personas a quienes había hecho ingresar a la administración pública, y luego transferirle el dinero.
De acuerdo con la investigación, en cuatro años, Cañumil le transfirió a Otarola más de un millón y medio de pesos.
Desde 2014 y hasta su asunción empleó a Cañumil. Ya como diputada la hizo ingresar a la Legislatura como empleada administrativa y luego como asistente de bloque hasta diciembre de 2019. Cañumil figuraba en los papeles trabajando en el parlamento. Pero, según el fiscal, se trataba de la niñera de los hijos menores de la entonces diputada. De hecho, vivía en la casa de Otarola en Esquel.
Está claro que todos actuaron de manera coordinada, cumpliendo distintos roles, siempre bajo la cobertura que da el poder estatalTexto de la acusación
Como legisladora, Otarola también gestionó el ingreso a Legislatura de Rodera, actual subsecretaria del Ministerio. “Las unía un estrecho vínculo de amistad”, dice la acusación. También ingresó el esposo de Rodera, Marcelo Neira, actual director de Políticas Sociales. Y logró un contrato en la Legislatura para el hijo de ambos, Branco Rodero Neira.
Según el fiscal, gracias a Otarola también ingresaron a la Legislatura en 2017 Alexis Ganga, Erica Paludi, y Martín Sandoval. Los obligaba a dejar parte de su sueldo en provecho propio. Al cobrar, “debían entregar un porcentaje elevado a Cañumil, encargada de la recaudación”. Eran transferencias bancarias. Cañumil giraba el dinero a las cuentas de Torres Otalora en el Banco Chubut y Banco Nación.
Casos de fraude
Según la acusación, este modus operandi cambió cuando asumió como ministra. “En diciembre de 2019 emprendió un rol activo en el nombramiento de un grupo de personas cercanos a ella, como la familia Rodera-Neira, los cuales en su mayoría cobró un haber mensual sin prestar contraprestación”. Dicho grupo se diferencia de otro, que ocupan cargos sin vínculo estrecho con Otarola,y “servía para nutrir sus intereses espurios“.
Entre 2016 y 2020, Cañumil le realizó transferencias a Otarola por más de $ 1.500.000.La exministra tuvo en sus manos las riendas de los hechos, y el resto de los coimputados realizó aportes necesarios.Texto de la acusación
Otro caso que forma parte de la investigación es el de una joven que figura como directora en el Ministerio y es la hija de Sandra Jaramillo, empleada doméstica en la casa de Otarola en 2019.
“Está claro que todos actuaron de manera coordinada, cumpliendo distintos roles, siempre bajo la cobertura que da el poder estatal. Otarola no tuvo ningún inconveniente para engañar al gobernador, abusando de su confianza, quien finalmente firmó los decretos de designación de los funcionarios solicitados por la nombrada, en función de una aparente idoneidad invocada”, señala la acusación.
“La exministra tuvo en sus manos las riendas de los hechos, y el resto de los coimputados realizó aportes necesarios; los funcionarios del Estado, sumergidos en el error, efectuaron los pagos a personas que no cumplían la contraprestación, llevando a cabo una disposición patrimonial perjudicial para sus arcas públicas, consumándose así la maniobra estafatoria”, concluye la acusación.
(Fuente: La Nación)
