En la provincia con la mayor tasa de infectados por cantidad de habitantes, la ruta del COVID-19 tuvo en la inconsciencia su kilómetro cero: el viernes 28 de febrero, una pediatra jubilada y su hija regresaron de España y desconocieron los protocolos de seguridad que las obligaban al autoconfinamiento. Las mujeres siguieron con su vida social en Resistencia, la capital chaqueña, y produjeron, entre las dos, al menos cinco contagios directos.
Según reconstruyó Perycia con fuentes oficiales, la menor de las mujeres tiene 34 años y es becaria en la Facultad de Humanidades de la capital provincial. Habría contagiado el virus a su expareja y al hijo de éste: el niño es el caso que se conoció como el paciente de menor edad de América Latina. La madre de la becaria, en tanto, tiene 64 años, es médica pediatra jubilada, y contagió a una amiga –ahora internada en grave estado– quien, a su vez, contagió a otra amiga, según explicó una fuente oficial que pidió la reserva de su nombre. De esa forma, las dos mujeres que volvieron de Europa produjeron los cuatro primeros casos de contagio en la provincia. Son, madre e hija, en términos epidemiológicos, el caso índice o paciente cero.
Veinte días después de aquellos primeros casos, Chaco lidera cómodamente la tasa de infectados por cantidad de habitantes, ya que las jurisdicciones con más personas enfermas son las más pobladas del país: provincia y ciudad de Buenos Aires. En la provincia gobernada por Jorge Capitanich hay trece casos confirmados: uno de ellos, el de un hombre de 61 años que había viajado a Egipto, Turquía y Alemania, terminó con su muerte. El último contagio -el décimo tercero-, en un varón de 53 años que tiene un vínculo estrecho con las mujeres que vinieron de España, indicó una fuente del Ministerio de Seguridad a Perycia. La Justicia provincial, en tanto, tuvo que ordenar otros 27 arrestos domiciliarios –que no son voluntarios- porque habían violado la cuarentena, incluso siendo pacientes de riesgo.
En ese contexto, los fiscales federales Federico Carniel y Patricio Sabadini impulsaron una denuncia contra las pacientes cero por no haber tomado los recaudos sanitarios, conociendo la gravedad de la pandemia: habían experimentado, estando en España, el comienzo de la cuarentena preventiva. Madre e hija regresaron al país haciendo escala en Asunción, la capital paraguaya, y continuaron su ritmo de vida habitual, disparando –según los fiscales- la onda de contagio. Las acusan de haber incumplido el artículo 202 del Código Penal, que prevé “reclusión o prisión de tres a quince años” para “el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”. Recién una semana después de haber vuelto, ante la aparición de los síntomas del coronavirus, la más joven de ellas se hizo los análisis y desde entonces ambas están en cuarentena. Ahora la jueza federal de Resistencia, Zunilda Niremperger, deberá decidir qué medidas adopta contra ellas.
El miércoles 18 de marzo por la noche, en conferencia de prensa, las ministras de Seguridad y Justicia, la exjueza Gloria Zalazar, y de Salud Pública, Paola Benítez, confirmaron que de un total de 110 muestras en la provincia ya analizaron 54, de las cuales 13 resultaron positivas. Siete son los infectados varones, y seis las mujeres. Pero aún restan analizar más de la mitad. Por eso, para evitar que la pandemia colapse el sistema sanitario local, el gobernador Jorge Capitanich fue el primero en cerrar las fronteras y avanzar con la Justicia para que la población dimensione el problema.
Las identidades de las pacientes cero se mantienen en reserva ya que la propia ministra de Seguridad de Chaco, Zalazar, recordó que “no se puede violar la intimidad de las personas que se encuentran enfermas por lo que no se deben difundir sus nombres. Son personas que ya están siendo atendidas por el Ministerio de Salud”. La fuente del Ministerio de Seguridad confirmó a Perycia que el Gobierno chaqueño dispuso una investigación en el ámbito de la administración pública para averiguar quién o quiénes filtraron una lista de pacientes que circuló a través de los teléfonos celulares de un grupo que, casualmente, integran funcionarios de ese ministerio. La fotografía de la filtración muestra los nombres de once pacientes que dieron positivo al testeo de Coronavirus.
El (hasta ahora) primer caso autóctono
Una médica chaqueña, trabajadora del hospital Central de Chaco, que también contrajo el virus, no tiene relación aparente con el círculo social de las dos mujeres que trajeron el virus de Europa: “Se contagió, está aislada; no tiene relación con las demás y no viajó, por lo que se considera el primer caso autóctono”, explicó a Perycia una fuente del área de Salud Pública que también pidió la reserva de su nombre.
El subsecretario de Salud de Chaco, Cristian Rojo, detalló que seis de los positivos son provenientes del extranjero, otros cinco por contacto estrecho, mientras que en el caso de esta médica no encuentran el nexo epidemiológico. A ésos se sumó el caso número trece.
Mientras, desde la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste, en Resistencia, donde es becaria la mujer de 34 años que trajo el virus de España, tomaron todas las medidas sanitarias y analizan los contactos que mantuvo dentro de la Institución, según lo que asegura el decano de la institución, Aldo Fabián Lineras, en un audio de whatsapp al que accedió esta agencia.
Hasta este miércoles, Argentina registraba 97 casos confirmados –trece son de Chaco- y tres muertos –uno, también, de Chaco-.
Inéditos arrestos domiciliarios
La Justicia provincial ordenó 27 arrestos domiciliarios hasta este miércoles en Chaco, a personas que incumplieron el aislamiento recomendado y obligatorio después de haber tenido contacto con personas de riesgo.
Permanecen en sus domicilios con guardia policial en sus puertas, hasta tanto sean notificados de manera oficial. “Es una medida que no tiene antecedentes al menos recientes y conocidos en la Justicia provincial ni en la Nacional”, dijo a Perycia el subsecretario de Planificación de Seguridad y Justicia de Chaco, Leandro Álvarez, quien confirmó esta medida judicial diferenciando la cuarentena voluntaria del arresto domiciliario.
En ese sentido, el funcionario dijo que no conocen antecedentes, al menos inmediatos, de casos con denuncia penal como las que impulsan los fiscales federales ni las detenciones domiciliarias por poner en riesgo a la población, que se enmarcan en la emergencia sanitaria. “Parecen esos casos que se estudian en las Facultades pero que nunca van a suceder. Bueno, sucedieron. Los tenemos en Chaco. Estamos lidiando con ellos en este contexto de gravedad al que nos enfrentamos y sobre el cual necesitamos tomar conciencia”.
(Fuente:Ecs)