Esteban “Kiriri” A. (19) y Santiago S. (23), los dos jóvenes detenidos en el marco de la investigación para esclarecer la muerte de Jorge Rivero (29) -quien se encontraba desaparecido desde noviembre del año pasado y cuyo cuerpo fue encontrado en un pozo de agua el jueves-, fueron trasladados en la mañana de ayer al Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú para ser indagados.
Mediante fuentes judiciales, un medio provincial pudo saber que los dos jóvenes llegaron pasadas las 11 y luego de escuchar los elementos de prueba recolectados por parte del magistrado Martín Brites, tomaron el mismo camino: eligieron abstenerse.
En tanto, luego de optar por el derecho que los ampara, los sospechosos fueron imputados por “homicidio simple”. Con precisión, Esteban “Kiriri” recibió la figura de autor del crimen, mientras que Santiago fue apuntado como el encubridor.
Por ello, tanto el joven de 19 como el de 23 años continuarán detenidos mientras la causa siga en su etapa de instrucción.
Por otro lado, según fuentes con acceso al expediente, este medio consignó que si bien se constató -mediante los resultados de autopsia a los restos óseos- que la víctima sufrió una fractura de cráneo, aún es difícil para los especialistas poder determinar si corresponde a una agresión con un elemento contundente. O si corresponde a una lesión provocada por la caída al pozo que tiene una profundidad de 15 metros.
Desaparición y allanamiento
Como viene informando este medio, el hallazgo de los restos de “Jorgito” fue concretado luego de que Mónica -hermana de la víctima- se acercara a la comisaría local el pasado 20 de junio para denunciar la desaparición de su hermano a quien no veía desde el 15 de noviembre, cuando éste salió de su casa del barrio Los Cedros, no regresando desde entonces.
Fue así que, ante los uniformados, la mujer expresó que obtuvo datos del paradero de su familiar y que habría sido víctima de un crimen.
En esa línea, aseguró que a su familiar lo habían tirado y enterrado en un pozo de una casa situada en la calle Salto Unión. Según su declaración, fue un hombre el que le contó que Jorge el mismo día que habría desaparecido, recibió una golpiza y luego fue enterrado vivo en el pozo situado en una vivienda del citado barrio.
Ante esto, con una orden de allanamiento, la fuerza provincial comenzó el trabajo en la vivienda con la colaboración de los Bomberos Voluntarios y excavaron el agujero alcanzando una profundidad de 4 metros.
Debido a la falta de luz, los trabajos se suspendieron en horas de la noche y fueron retomados a primera hora del viernes.
En ese marco, ya en el segundo día de excavación -cerca de las 15-, los uniformados alcanzaron los 12 metros de profundidad aproximadamente, momento en el cual lograron extraer una bolsa que podría contener un cuerpo, junto con restos óseos. De la labor participaron rescatistas profesionales.
Hipótesis de pelea
Siguiendo con las investigaciones para esclarecer el crimen de Jorge Omar Rivero, la Policía realizó rastrillajes y entrevistas con vecinos. De esta forma surgieron recientemente indicios que apuntan a una pelea que la víctima habría tenido el año pasado con un residente de la casa donde se llevó a cabo el allanamiento y la inspección del pozo, que resultó en el hallazgo de los restos que pertenecería a Jorgito, junto con el DNI del desaparecido.
Además, se supo que los investigadores observaron que el joven tenía una piedra de gran tamaño que impidió que salga a flote.
En relación a la víctima de homicidio, y según consta en la denuncia efectuada por Mónica, Rivero vivía en situación de calle debido a problemas de adicciones. Pese a que trató de recuperarse y realizó tratamientos en La Fortaleza, había recaído.
(Fuente: El Territorio)
