Tras la conmoción inicial por la denuncia de abuso sexual grupal en perjuicio de una menor de 17 años en Oberá, el avance de la investigación decantaría la acusación en uno de los seis implicados. Esto, señalaron fuentes consultadas, ya que no habría elementos que sostengan la imputación sobre los otros sospechosos.
Tal como informó un medio provincial, desde el inicio de la instrucción la prueba clave fue una serie de videos de contenido explícito, aunque en las imágenes se observa a la víctima sola con Rubén Darío C. (50) y habría sido la misma chica quien grabó las escenas.
En tanto, al menos por el momento y salvo por el relato de la menor, no habría mayores indicios para sostener la acusación sobre los otros cinco mayores sindicados, cuatro hombres y una mujer.
Al respecto, si bien ya transcurrió un mes y medio de la denuncia, todavía se aguarda la apertura de los celulares de los involucrados, considerada una pericia clave.
Por ello, desde las respectivas defensas insistieron en la necesidad de concretar el análisis de los aparatos, puesto que coinciden en que la mayoría de los sospechosos ni se conocen entre ellos.
También insisten en los antecedentes de la menor, ya que previo al presente hecho, su nombre ya aparecía en otros tres expedientes por abuso sexual en su contra, un dato que les resulta llamativo.
La última denuncia fue radicada el pasado 25 de marzo y tiene seis sospechosos: el nombrado de 50 años, Jean Franco G. (23) -ex novio de la víctima-, Juan Antonio D. S. (23), Diego Gastón O. (27), Araceli Yanet M. (22) y Diego Rafael G. (25).
El expediente se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.
Reiteración de denuncias
Según registros oficiales a los que accedió este matutino, en menos de tres años la madre y abuela de la chica que hoy tiene 17 años ya radicaron cuatro denuncias por abuso sexual en perjuicio a la misma menor.
Además, en el mismo lapso hubo otras cuatro denuncias por fuga de hogar, lo que indica una grave problemática de conducta que requiere medidas de fondo para preservar la integridad de la adolescente.
El detalle indica que el 19 de junio de 2022 la madre radicó un pedido de ubicación y paradero. Mientras, una semana más tarde realizó una denuncia por delito contra la integridad sexual agravada por la inmadurez de la víctima.
El 9 de julio de 2022, la progenitora volvió a solicitar un pedido de ubicación y paradero. Al ser hallada, la chica ingresó al hogar Mitaí y posteriormente fue alojada en la Aldea de Niños SOS.
Pero el 3 de septiembre de 2023, la directora de la citada institución radicó un pedido de ubicación y paradero por fuga de la menor. Luego fue entregada a su abuela materna.
El 14 de abril de 2023, la abuela denunció que su nieta fue víctima de abuso sexual; y el 21 de mayo del mismo año, volvió a solicitar un pedido de ubicación y paradero de la adolescente.
Ya el 17 de agosto del año pasado, la abuela radicó otra denuncia por delito contra la integridad sexual. El acusado fue un aduanero de 51 años.
Asimismo, el pasado 9 de febrero, la abuela denunció que su nieta fue víctima de lesiones y amenazas por parte de un joven que era su novio, justamente uno de los detenidos por el último hecho.
Respecto de las causas previas por abuso, la mayoría de los implicados fueron sobreseídos por falta de pruebas.
La última denuncia
Según lo mencionado en sede policial, el 25 de febrero por la tarde la adolescente se dirigió al domicilio de Rubén Darío C., en el barrio Olofsson, sobre ruta provincial 5, donde el dueño de casa le invitó bebidas alcohólicas. Luego arribaron los demás implicados.
En un momento dado y cuando se sentía mareada por el alcohol -y se presume que por otra sustancia que podrían haber agregado en las bebidas- la abordaron y sometieron.
Siempre según la denuncia de la madre en función a los dichos de su hija, antes de perder el conocimiento la menor logró identificar a todos los acusados.
Incluso, relató que hicieron una ronda para celebrar lo que hacía uno de ellos. Siguiendo su testimonio, lo arengaban con gritos y risas. Pero hasta ahora nada de eso fue probado.
Más tarde, ya de noche, la chica recuperó el conocimiento, pudo salir del lugar y corrió varias cuadras para pedir auxilio en un comercio de avenida Yerbal Viejo.
Tras dar aviso a su mamá, se solicitó la presencia policial y en primera instancia la menor fue trasladada al Hospital Samic, donde fue asistida y permaneció en observación, pero no quedó internada.
En la misma guardia fue contenida por personal del Cuerpo Médico Forense en el marco del protocolo para víctimas de abuso sexual.
En paralelo, tras la denuncia ante la Comisaría de la Mujer, el juzgado interviniente ordenó la detención de los sospechosos. Todos ellos permanecen alojados en diferentes comisarías de la Unidad Regional II.
(Fuente: El Territorio)
