El ministro de Economía Luis Caputo anunció el fin del cepo cambiario en 2025 y defendió su política económica basada en medidas de “corto plazo”.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que en el 2025 se levantará el cepo cambiario. También aseguró que el Tesoro alcanzará nuevamente un superávit financiero en octubre, aunque los datos oficiales se conocerán recién el viernes. “En octubre, puedo decirles que nuevamente vamos a estar en un superávit financiero importante”, afirmó el funcionario. Esta declaración continúa la línea de su intervención previa en el Coloquio de IDEA, donde también adelantó los resultados de las cuentas públicas de septiembre, lo que demuestra su confianza en las políticas fiscales actuales.
Además, Caputo confirmó que el gobierno planea eliminar el cepo cambiario en 2025, una vez que existan las condiciones adecuadas para evitar efectos negativos en la economía. Durante su participación en la Conferencia Anual de FIEL, el funcionario expresó que la inflación se está aproximando a un 2% mensual en el tipo de cambio oficial. Según él, representa una victoria en el control de la suba de precios. En su discurso, repasó el complejo escenario económico que encontró al asumir su cargo, destacando los problemas fiscales y financieros que heredó la administración actual.
Caputo: su diagnóstico sobre el 2024 y el fin del cepo cambiario
Por otra parte, el ministro describió un panorama inicial con cinco puntos de déficit fiscal, un Banco Central sin reservas suficientes, una deuda externa que limitaba la operatividad con proveedores e importadores, y un saldo negativo de 12.500 millones de dólares en las reservas. “Argentina arrastra problemas de credibilidad por décadas”, explicó Caputo.
Asimismo, subrayó que la falta de confianza en la economía restringía el uso de herramientas de política económica. Debido a esta situación, el gobierno priorizó un programa enfocado en resultados a corto plazo en lugar de promesas a largo plazo. “No nos podíamos dar el lujo de prometer porque no había credibilidad”, sostuvo el ministro, en referencia a la necesidad de mostrar avances concretos.
En su discurso, Caputo compartió una anécdota con un economista que dudaba de la posibilidad de alcanzar el equilibrio fiscal en tan solo un año. Sin embargo, el ministro destacó que el objetivo se cumplió no solo en un año, sino en el primer mes de gestión. Aseguró que este logro inicial contribuyó a restaurar la confianza en las políticas del gobierno y demostró el compromiso con la disciplina fiscal. Asimismo, recordó que este superávit financiero en octubre refuerza la idea de que las metas fiscales pueden cumplirse. “Hoy creo que ya son muy pocos o prácticamente nadie duda del compromiso fiscal que este gobierno tiene”, afirmó.
Incluso, el titular del Palacio de Hacienda también enfatizó la importancia de controlar la emisión de pesos para estabilizar la economía en un contexto de escasez de reservas. Aunque varios economistas recomendaron implementar una tasa de interés real positiva, el gobierno decidió rechazar esa medida para evitar aumentar la base monetaria y provocar más inflación. Caputo explicó que el enfoque adoptado responde a la necesidad de limitar la cantidad de pesos en circulación sin depender de una política monetaria restrictiva. Según el ministro, esta decisión permitió avanzar en el proceso de desinflación, un objetivo central de la política económica.
El equilibrio fiscal, política y filosofía de gestión
En esa línea, la política de equilibrio fiscal, guía las decisiones del gobierno, detalló Caputo. El presupuesto presentado recientemente refleja esta filosofía, ya que establece que “los gastos se van a tener que adecuar a los ingresos”. Respecto al cepo cambiario, el ministro opinó que, aunque persiste, las condiciones para levantarlo mejorarán con el tiempo. “Salir del cepo es un tema de condiciones, no de tiempo. Pero con el tiempo esas condiciones van a seguir mejorando”, afirmó.
Por último, el ex ministro de Mauricio Macri defendió también que, pese al cepo, es posible lograr crecimiento económico. “Algunos dicen que no se puede crecer con cepo y eso no es cierto”, señaló. Caputo subrayó que el país no debe depender de devaluaciones para ser competitivo; en su lugar, afirmó que “tenemos que ganar competitividad bajando impuestos”, una meta que el gobierno pretende implementar en los próximos pasos de su plan económico. Asimismo, apuntó que el objetivo a largo plazo es reducir el “impuesto inflacionario” y otros gravámenes distorsivos como las retenciones, el impuesto al cheque y el impuesto a los Ingresos Brutos.
Resultados a corto plazo para una mejora real
Según Caputo, el gobierno sigue comprometido con una política basada en resultados concretos en lugar de promesas. “Lo importante es seguir convenciendo al empresariado que este es un programa que no se basa en promesas, sino en resultados”, comentó. Agregó que la sostenibilidad fiscal y la desinflación avanzan a paso firme, despejando las dudas iniciales sobre la velocidad de estos logros. El ministro destacó que el proceso de estabilización económica ha permitido alcanzar el nivel de actividad de noviembre, aunque con el beneficio adicional de una mejora en el balance fiscal y monetario.
Finalmente, pronosticó una caída económica de entre 2% y 3% del PBI para el cierre del año, señalando que este ajuste es menor en comparación con las recesiones registradas en cinco de los últimos doce años. A diferencia de esas crisis anteriores, consideró que la administración actual no está “incubando problemas”, sino resolviéndolos, a medida que se estabilizan las principales variables macroeconómicas del país.
Con información de Infobae.