Sergio “Bin Laden” Ortiz (50), principal sospechoso de matar y descuartizar a Marcos “Pelado” Martínez (46) en el barrio A4, de Posadas, fue trasladado en la mañana de ayer al Juzgado de Instrucción Seis para completar la audiencia indagatoria y ser notificado del delito del cual se lo acusa.
Según pudo saber un medio provincial en base a fuentes del caso, el expolicía fue imputado por el juez Ricardo Balor por el delito de homicidio. No obstante, la carátula puede modificarse con el avance de la investigación, siendo clave la adición de agravantes.
En tanto, luego de escuchar los elementos en su contra, fuentes consultadas mencionaron que Ortiz en el momento de dar su declaración se limitó a negar los cargos por los que se le acusa.
Ortiz, con amplio prontuario delictivo, es el único sospechoso del cruento crimen que fue revelado en la madrugada del pasado sábado. Por lo que luego de su imputación e indagatoria fue trasladado nuevamente a la sede policial, donde permanece detenido a la espera de determinaciones de la Justicia.
Bin Laden, de acuerdo a las pruebas obtenidas en el momento de su aprehensión durante la tarde del lunes en una vivienda de la calle Gandhi en el barrio Las Dolores, de la capital provincial, estaría seriamente comprometido.
Voceros judiciales detallaron que el imputado, en su detención, estaba utilizando el reloj de la víctima, mientras que en los bolsillos tenía el DNI y una cédula de identidad de Marcos Martínez.
Por otro lado, en las últimas horas la investigación apuntó en poder encontrar partes del cuerpo de la víctima que fue desmembrada, puesto que no estaban en la escena del crimen -específicamente la cabeza y extremidades-. Es decir, posiblemente el asesino se llevó secciones del cadáver. Por ello, la autopsia aún no fue completada y no se ha podido determinar la causa de muerte de Martínez.
Horror en A4
Como viene informando este medio, Marcos “Pelado” Martínez (46), fue encontrado descuartizado en el interior de una heladera del departamento que alquilaba en el barrio A4, precisamente sobre la avenida Fangio, en el límite entre el populoso complejo habitacional y el barrio Cocomarola Este, de la capital provincial.
El hecho fue advertido cerca de las 2 del sábado pasado por una hija de Martínez, quien ingresó al sitio con una llave que tenía, luego de no saber nada de su padre por varios días.
Lo que encontró fue el horror: en el lugar había rastros de sangre en varios sectores, además de un cuchillo y una amoladora -también ensangrentados-, que aún estaba enchufada. Las partes del cuerpo de su progenitor estaban en una heladera, envueltas en bolsas.
El olor putrefacto y las larvas cadavéricas advirtieron que Martínez se encontraba varios días en estado de descomposición, al punto que los investigadores creen que será muy difícil establecer una causa de muerte o extraer huellas. De todas formas los restos encontrados fueron enviados a la Morgue Judicial, donde se procedió al proceso de enfriamiento.
Sobre la víctima, testigos mencionaron que se lo conocía como comerciante, aunque algunas personas indicaron que siempre merodeaba los mercados modelos posadeños en busca de los negocios que presenta la frontera. “Un bagallero”, definió un efectivo policial involucrado en la investigación.
También se supo que últimamente se dedicaba a prestar dinero, aunque su situación económica quedó en evidencia en la escena del crimen: “Tenía un colchón en el piso y una heladera”, resumió otro investigador que estuvo en los operativos.
Respecto del autor del crimen, desde los primeros momentos de investigación, el nombre de Ortiz apareció como la persona con quien Martínez había sido visto en las últimas semanas antes de su desaparición. Y con ese nombre, rápidamente supieron que se trataba de un expolicía y asaltante con antecedentes y condenas cumplidas, tanto en Misiones como en Corrientes.
Detención del sospechoso
Dos días después del horrible hallazgo en un inquilinato del reconocido barrio posadeño, tras rastrillajes en distintos puntos estratégicos y arduo trabajo de los investigadores de la Dirección Homicidios, lograron detener al sospechoso producto de un allanamiento en una vivienda del barrio Las Dolores, donde se encontraba escondido presuntamente desde la noche del sábado.
Según detallaron a El Territorio fuentes que intervinieron en la investigación, un llamado al 911 fue clave para dar con el paradero del hombre, dado a que por esas horas su identidad era de público conocimiento, a raíz del pedido de colaboración a la sociedad por parte de la Justicia.
Luego se descubrió que el domicilio en donde se encontraba es la casa de un amigo -no es quien llamó-, que al parecer estaba amenazado por el expolicía y por eso lo estaba alojando.
El asaltante habría llegado el día sábado por la noche y dijo que se iba a quedar un par de días para luego irse otra vez con rumbo desconocido. Por eso creen que el allanamiento ocurrió en el momento justo. En el lugar se tomaron huellas y se incautaron elementos de interés para la causa.
(Fuente: El Territorio)