La muerte de Ezequiel Maximiliano Distéfano se transformó en pocas horas en una maraña de dudas e hipótesis que los investigadores intentan resolver sin la herramienta clave por el momento, la identificación y ubicación del hombre que acompañaba al taxista de 30 hallado sin vida el jueves en una habitación de motel en Posadas.
El estudio de los peritos del Cuerpo Médico Forense al cuerpo de la víctima no determinó una muerte traumática en cuanto a la intervención de violencia de terceras personas. Las lesiones que detectaron podrían corresponder a movimientos o caídas en la habitación del albergue transitorio pero ninguna que coincida con una causa de óbito directo.
Se tomaron las muestras histopatológicas de tejidos y de órganos como el hígado para analizar en laboratorio buscando rastros de estupefacientes o algún tipo de medicamento que haya provocado el paro cardiorrespiratorio.
Respecto al consumo de estupefacientes, en la habitación la labor de la Dirección Policía Científica permitió el hallazgo de un envoltorio vacío, “un papel”, de cloridrato de cocaína. El rastro se cotejará con una dosis cerrada y secuestrada por los mismos efectivos policiales en el interior del Fiat Siena, el taxi de Distéfano.
Fuentes consultadas por un medio provincial señalaron que se podría interpretar como muerte natural lo sucedido al taxista. Pero no se puede tomar la hipótesis sin despejar la aparición del cuchillo adentro de la “habitación 8”. Se preguntan los investigadores qué hacía el cuchillo de veinte centímetros de largo sin la vaina, la que encontraron después caída adentro del Siena.
En cuanto a si el cuerpo de Distéfano estaba intoxicado con estupefaciente, habrá que aguardar hasta el martes o miércoles de la semana que viene que podrían concluirse los estudios de laboratorio. Especialmente, la cantidad de droga que haya consumido y que pueda concluirse como suficiente para un deceso por sobredosis.
De los registros de cámaras de seguridad en las inmediaciones y en el predio del motel Sumo, no se habrían podido identificar o aproximarse a un posible acompañante del taxista. Según los adelantos y los primeros informes comunicados al juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor y al fiscal René Germán Casals, Distéfano ingresó al albergue transitorio conduciendo su taxi y lo acompañaba un hombre.
El acompañante sería el mismo que fue registrado salir a pie del motel. De todas maneras con las imágenes aguardarán los investigadores a los resultados que obtengan los técnicos de la Dirección Cibercrimen al análisis del celular de Distéfano y de ese análisis comparar posibles sospechosos.
Un adelanto de la labor apuntó que no habría mensajes o llamados que apunten a una situación irregular, confiaron las mismas fuentes.
El misterio no es solo la identidad del acompañante. Cómo salió de la habitación porque la puerta tenía media vuelta de llave del lado interno y las ventanas se abren hacia afuera y estaban cerradas.
Vale recordar que los peritos policiales registraron el taxi de Distéfano y no hallaron indicios de robo de pertenencias del vehículo. De todas maneras se tomaron muestras para posibles huellas dactilares o rastros que permitan obtener un ADN.
Es llamativo que no se pudo, al menos hasta anoche, hallar un hilo de la madeja de posibilidades investigativas, para estirar y establecer el motivo por el que durante tantas horas (18), no se intentó contactar a quiénes se hallaban en el cuarto o no notaron que no dieron señales de vida.
(Fuente: Primera Edición)