Nació el 2 de abril de 1959 como Alberto Ángel Fernández, en la ciudad de Buenos Aires. Al recorrer ayer el Sanatario Antártida, recordó que había nacido en esa clínica, cuando tenía otro nombre.
Su mamá, Celia Pérez, murió en abril del año pasado. Casi no conoció a su padre biológico, que falleció en 1978. Tras la separación de su primer esposo, su madre se unió a Carlos Pelagio Galíndez a quien Fernández consideró como su verdadero padre y de quien heredó su interés por el derecho. Por su compromiso, Galíndez llegó a ser juez de la Nación y de quien heredó el interés por el derecho
Sus hermanos son Valentina “Piky” Fernández, abogada, cuatro años mayor y Pablo Galíndez, 53 años. Ambos estuvieron en el bunker del Frente de Todos en el barrio de la Chacarita durante la noche del triunfo en las elecciones presidenciales del 27 de octubre pasado
De 3º a 5º grado concurrió a la Escuela República de México, ubicada en Juan Agustín García al 2200, en el barrio porteño de La Paternal. Al comenzar 6º grado, su madre lo cambió a la escuela Avelino Herrera, ubicada en San Blas al 2238, en el mismo barrio.
Tomó la comunión en 1967. Si bien dijo que era “un católico poco practicante” y que estaba “enojado con la Iglesia porque no practica muchos de los valores que predica”, admitió que el Papa Francisco lo “reconcilió” con la institución.
Se hizo hincha de Argentinos Juniors porque sus compañeros de colegio lo eran. La escuela Avelino Herrara estaba a diez cuadras del estadio de La Paternal y a los 11 años empezó a asistir a los partidos, donde se hizo un verdadero fanático.
Porteño de ley, hizo la secundaria en el Colegio Nacional Mariano Moreno, del barrio de Almagro, donde también cursó sus estudios el premio Nobel de Química, Luis Federico Leloir.
A los 14 años comenzó a tomar clases de guitarra con Litto Nebbia. Tocó en bares y llegó a grabar una pista de guitarra acústica en la canción “El último verano”, incluida en el disco de la banda marplatense Los Súper Ratones, editado en 2008.
Ya en la UBA, donde en empezó a estudiar derecho en 1977 y trabajaba en Tribunales, jugaba al fútbol en el torneo interfueros. “Ibamos al campo de Ciudad Universitaria. Era arquero de equipo del fuero penal”, recordó un compañero de aquellos años que luego sería fiscal federal. “Creía que era bueno, pero nosotros queríamos que fuese el arquero del equipo rival”, contó su amigo Eduardo Valdés.
Arrancó su militancia en agrupaciones nacionalistas, más bien de derecha. Formó con otros compañeros el Frente de Orientación Nacional (FON) y, luego de la guerra de Malvinas, el FON se fusionó en el Frente del Pueblo (FREPU), donde conoció a sus amigos Jorge Argüello y Eduardo Valdés. También pasó por el ala juvenil del Partido Nacionalista Constitucional.
En 1983, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), con un promedio de 7,80. Mientras estudiaba, su primer trabajo fue de “pinche” en un juzgado de instrucción donde secretaria era María Laura Garrigós de Rébori, que luego sería jueza. En 1981, pidió el pase a la Justicia federal y fue relator de los camaristas Ramón Montoya y Fernando Mántaras.
En 1985, junto a Graciela Fernández Meijide, presentó el libro “Juicio a la impunidad”, que escribieron los periodistas Mona Moncalvillo y Manuel Martin.
En 1985 se incorporó como funcionario del presidente Raúl Alfonsín. Primero fue director en Sumarios y luego Subdirector General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, cuando estaba a cargo de Juan V. Sourrouille. Para ese entonces, ya se había afiliado al PJ.
Por esa época, además, empezó a dictar clases como profesor adjunto en la cátedra de Derecho Penal y Procesal Penal del recientemente fallecido Esteban Righi. Le gusta especialmente la docencia, tanto que no se priva de dar clases hoy siendo Presidente, ahora como titular de Teoría General del Delito y Sistema de la Pena.
En 1988, salió sorteado como defensor oficial de uno de los integrantes de la familia Puccio, responsables del secuestro y asesinato de tres personas. Era conjuez del Juzgado Federal de San Isidro, que estaba a cargo de Alberto Piotto. Estuvo muy poco tiempo en ese rol.
Posteriormente, fue funcionario de Carlos Saúl Menem. Con solo 30 años, fue designado superintendente de Seguros de la Nación, cargo que ocupó desde 1989 hasta 1995, cuando renunció en desacuerdo con las políticas del mandatario riojano.
En 1992 fue destacado como uno de los 10 jóvenes sobresalientes de la Argentina por la Cámara Junior de Buenos Aires por haber sido artífice de la desregulación de la actividad aseguradora. Como artífice de la desregulación de la actividad aseguradora. En la foto, junto a otros jóvenes premiados, el dirigente Gustavo Béliz, el conomista Martín Redrado, el periodista Daniel Hadad y el bailarín Julio Bocca.
En 1993 se casó con la abogada Marcela Luchetti, madre de su único hijo, Estanislao. El matrimonio duró ocho años.
El 16 de diciembre de 1994 nació Estanislao. Hoy tiene 25 años y pasa estos días en la Quinta de Olivos, donde cumple el aislamiento social obligatorio.
Conoció a Antonio Cafiero a través de Jorge Argüello, Víctor “Tito” Pandolfi y Eduardo Valdés, aunque no tuvo los principales roles durante la renovación peronista. Ya era funcionario de Alfonsín y militaba en el PJ porteño, en un proceso que llevó a Carlos Grosso a la victoria en Capital.
Conoció personalmente al ex presidente Néstor Kirchner en 1998, cuando era gobernador de Santa Cruz, en una cena en el restaurante Teatriz, en el barrio porteño de Recoleta. Hay muchas versiones sobre ese primer encuentro, entre ellas, que quien lo llevó a hablar con Kirchner fue su esposa, Cristina Fernández de Kirchner.
En 1999 fue precandidato a vicejefe de Gobierno de Jorge Argüello en la interna peronista de la Capital Federal, en la que perdió contra la lista de Raúl Granillo Ocampo, de origen menemista. Su amigo Litto Nebbia había aceptado ir como precandidato a diputado nacional.
El único cargo electivo que ganó, antes de ser elegido Presidente, fue como legislador porteño en la boleta de la Alianza Encuentro por la Ciudad en las elecciones para jefe de Gobierno porteño. El binomio Domingo Cavallo-Gustavo Béliz perdió contra Aníbal Ibarra y Cecilia Felgueras, pero como obtuvo el 33 {3ff13aebe241d80a0f7dbd2f56b77d3811ac54c5405045bb6f635e033c46b244} de los votos.
El 19 de abril de 2001, acompañó al entonces gobernador de Santa Cruz a un acto en el Club Unione e Benevolenza, en la Ciudad de Buenos Aires, en el que estuvo junto al titular de la CGT disidente, Hugo Moyano. Así comenzó la apuesta por la candidatura presidencial de Néstor Kirchner, que llegaría dos años después.
El 18 de diciembre de 2002, junto a los legisladores porteños del PJ Eduardo Valdés, Julio Vitobello y Jorge Argüello, hicieron público su apoyo a la candidatura de Néstor Kirchner en la Casa de la Provincia de Santa Cruz en Buenos Aires.
La conoció a Cristina Kirchner cuando ella aún era senadora nacional por Santa Cruz. Siempre compartieron una visión “progresista” de la política y solían ponerse de acuerdo cuando Kirchner era presidente. Después de la crisis del campo, el vínculo entre ellos se quebró, pero ella desandó la distancia.
Fue jefe de campaña de Néstor Kirchner en las elecciones presidenciales del 27 de abril, en las que el gobernador santacruceño compitió con Carlos Menem.
En el 2003, de la mano de Alberto Fernández y con apenas el 22{3ff13aebe241d80a0f7dbd2f56b77d3811ac54c5405045bb6f635e033c46b244} de los votos obtenidos en la primera vuelta, la fórmula Néstor Kirchner-Daniel Scioli se consagró victoriosa, luego de la renuncia de Carlos Menem a pocos días de la segunda vuelta.
Asumió su cargo como Jefe de Gabinete de Ministros en el Ejecutivo Nacional el 25 de mayo de 2003. Su banca en la Legislatura porteña quedó para la polémica actriz Elena Cruz, defensora del dictador Jorge Rafael Videla.
Con Sergio Massa, líder del Frente Renovador compartió funciones en el Gobierno de Néstor Kirchner desde 2002 hasta 2007, cuando Massa ganó la intendencia de Tigre. Después, lo reemplazó en la Jefatura de Gabinete.
El 19 de noviembre de 2003, con Julio De Vido, infomaron la decisión de intervenir el Correo Argentino, en ese momento en manos del Grupo SOCMA de la familia Macri.
En 2004, con el entonces secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, la senadora Cristina Kirchner y el secretario Legal y Técnico Carlos Zannini, en el marco del diálogo político entre Chile y Argentina.
En marzo del 2004, el presidente Néstor Kirchner, su esposa Cristina Fernández y la diputada del Partido Socialista de Chile, Isabel Allende, hija del extinto presidente Salvador Allende, visitan la tumba de éste último en el cementerio nacional de Santiago, Chile.
El 12 de diciembre viajó a Madrid con la senadora y primera dama Cristina Kirchner para reunirse con el rey Juan Carlos y el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Aquí, también el embajador Carlos Bettini.
Compartió gabinete con Roberto Lavagana, quien estuvo al frente del Ministerio de Economía y Producción durante los dos primeros años de la presidencia de Néstor Kirchner, hasta su renuncia en noviembre de 2005. No tuvo una relación particularmente buena entonces. En la foto, también Rafael Bielsa, por entonces canciller.
En noviembre de 2007, con Néstor Kirchner y el entonces presidente venezolano en la visita que hizo a la Argentina por la Cumbre del ALCA en Mar del Plata.
Alberto Fernández fue uno de los funcionarios que juró nuevamente en su cargo cuando asumió Cristina Kirchner en la presidencia, en el 2007. Fue también su jefe de campaña, posicionando una nueva etapa en el gobierno kirchnerista, con fuerte impronta institucional.
En el 2007 inició su relación con Vilma Ibarra, hermana del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra. Luego de separarse, mantuvieron un vínculo de confiaza y amistad con la futura titular de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia.
El 11 de julio de 2007 respaldó en conferencia de prensa a la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, sospechada de “malversación de fondos públicos” por irregularidades en los gastos de su área. Su actual vocero, Juan Pablo Biondi, se ocupó de la comunicación de ese momento crítico. A partir de entonces, el vínculo entre Biondi y Fernández se hizo indisoluble.
A menos de una semana de la derrota del oficialismo en su intento por aprobar el proyecto de las retenciones móviles en el Senado, el 23 de julio de 2008, renunció a su cargo como Jefe de Gabinete. Había sido una de las caras visibles del Gobierno mientras las negociaciones con las entidades agrarias estuvieron abiertas. Aquí, la carta de renuncia.
Alberto Fernández fue reemplazado por el entonces intendente de Tigre, Sergio Massa, una elección que corrió por cuenta de Néstor Kirchner. A pesar del momento, Fernández se mostró sonriente y le deseó “suerte”.
En febrero de 2010 publicó el libro “Pensado y Escrito. Reflexiones del presente argentino y dilemas de una sociedad fragmentada”. Editado por Ediciones B, donde reunió una serie de notas donde habla de varias temáticas como la economía, la crisis mundial, el conflicto con el campo, la pobreza y los movimientos sociales y sindicales.
En 2011, pocos días después de la asunción del segundo mandato de Cristina Kirchner, publicó el libro “Políticamente incorrecto. Razones y pasiones de Néstor Kirchner”, donde revela detalles sobre sus diferencias con la ex mandataria.
Cuando Alberto Fernández renunció al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, quedó casi a la intemperie. Daniel Scioli lo refugió y se transformó en asesor. Aquí, ya con el Fernandez candidato a presidente.
En el 2013, Sergio Massa compitió contra el candidato de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, y le ganó. Atrás de la estrategia de Massa estaba Alberto Fernández.
Alberto nunca perdió el vínculo con Máximo Kirchner, que fue clave para el retorno del hoy Presidente al mundo de Cristina.
Cristina desandó su distancia con Alberto Fernández y lo invitó a dialogar personalmente en su oficina del Instituto Patria. La primera vez fue en diciembre de 2017, cuando el Congreso debatía las reformas previsionales que proponía Mauricio Macri. Un año y medio después, le ofreció ser candidato a presidente y que lo acompañaría como candidata vice.
Alberto Fernández se lanzó rápidamente a la campaña de campaña de proximidad, con pocos actos, emulando algunas de las tácticas del estratega de Cambiemos, Jaime Durán Barba. Aquí, con el candidato a gobernador, Axel Kicillof.
Alberto Fernández celebrando un rotundo triunfo el 11 de agosto, cuando obtuvo una diferencia por encima del 15{3ff13aebe241d80a0f7dbd2f56b77d3811ac54c5405045bb6f635e033c46b244} a nivel nacional.
Alberto Fernández en campaña presidencial por La Pampa.
Alberto no quería participar de los debates presidenciales que son obligatorio por ley, pero finalmente terminó aceptando el desafío. En el primero le fue muy bien, en el segundo no tanto.
Alberto Fernández la noche de la victoria del Frente de Todos. Le ganó a la fórmula de Juntos por el Cambio por una diferencia de menos de 7 puntos, menos de lo que esperaba. Igual, la victoria fue contundente.
El día de la victoria no dejaron a muchos gobernadores subir al escenario. Al otro día, en Tucumán, Juan Manzur se cobró revancha y lo presentó a Alberto Fernández como el “jefe del peronismo”. Cristina Kirchner rió después que él y todavía está castigado.
Después de varios idas y vueltas, Mauricio Macri y Alberto Fernández se reunieron en Casa Rosada para hablar sobre la transición. No comparten nada en lo político, pero lograron un vínculo personal más que razonable.
Antes de la asunción presidencial, la Conferencia Episcopal organizó una misa en la Basílica de Luján, a donde Alberto Fernández fue acompañado por su pareja, la periodista Fabiola Yañez.
El traspaso presidencial se hizo en el Congreso. Aquí, Mauricio Macri le entrega el bastón presidencial a Alberto Fernández.
Fiesta popular en la Plaza de Mayo, con el fondo de la Casa Rosada.
24 de enero de 2020, homenaje en Jerusalen al Holocausto. Alberto Fernández con el premier israelí, Benjamin Netanyahu, momento sorprendente de la política exterior del Presidente, que le abrió la puerta a reuniones con los principales líderes europeos.
Alberto Fernández anuncia las primeras medidas de restricción del contacto social por la pandemia, acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. Este último, líder de la coalición opositora.
El Presidente argentino dialoga por videoconferencia con los presidentes y jefes de Estado del G20, desde la Quinta de Olivos. La pandemia afectó las relaciones personal y también las internacionales. La política exterior de los países, subsumida a la pandemia y sus dramáticas consecuencias sanitarias y económicas.
(fuente: Infobae//fotos:Adrián Escandar, Gustavo Gavotti, Christian Heit, Luciano González, NA, Télam, AFP, Reuters, Comunicación Senado y Presidencia)