Los vecinos del barrio Esperanza de San Vicente no salen del asombro tras la muerte de Ariel. Familiares del menor aseguran que Rene R., padrastro del fallecido, alzó al bebé y lo tiró contra la pared lo que provocó su muerte.
“Él quería matar a mi nieta, ella salió corriendo de la vivienda y él agarró a mi nietito y lo tiró por la pared. Él bebe quedó tirado ahí”, relató la abuela de la mujer detenida en San Vicente, investigada por infanticidio.
De acuerdo al relato de los familiares, la madre de Atriel sufría violencia de género constante por parte de René. “Dejó al menor tirado ahí y escapó porque vinieron vecinos a pegarle”, contó la abuela en diálogo con Crónica.
“Atriel era un niño muy amoroso, era amable y muy educado. Siempre llegaba al comedor y abrazaba a todos. Lo conocíamos y tenía un corazón muy lindo”, contó Nacha, vecina de los familiares.
La muerte de Atriel, el niño de cuatro años que este jueves llegó golpeado y sin signos vitales a un hospital de San Vicente, sigue conmoviendo a la provincia. En su momento, la madre le dijo a los médicos que le había pegado “demasiado”: las heridas y golpes visibles en todo el cuerpo del niño lo demostraron.
No obstante, familiares y vecinos de la madre del menor aseguran que el padrastro era una persona violenta y que las agresiones eran constantes. La mujer no denunciaba porque él le aseguraba que iba a cambiar su conducta.
Tras imputar a María (21) por “homicidio agravado por el vínculo” y realizar un operativo para encontrar al padrastro de Atriel, la Policía logró detener al hombre en una zona de monte. Según una comunicación de la Unidad Regional VIII de San Vicente, Darío R. (36) se encontraba en un área rural conocida como Picada Zulma, a la altura de la Ruta Provincial N°12 y a 40 km del casco urbano (en el límite con la localidad de Caraguatay).
El acusado, alojado en la sede policial y a disposición del Juzgado de Instrucción, enfrenta una causa judicial caratulada como “homicidio agravado por el vínculo y lesiones leves agravadas por la convivencia”. El pequeño fallecido tenía dos hermanos de 8 y 5 años, ambos hijos de Darío.
