Hoy se cumplen 20 días de la asunción de Javier Milei y algo que forma parte de la nueva normalidad es que la Argentina puso fin a los controles de precios después de 20 años, para dejar liberados a la oferta y la demanda el precio de los productos.
Esto generó un fenómeno nuevo en las góndolas: los precios “justos” y los precios totalmente irreales, donde uno puede encontrar en la misma góndola, uno al lado del otro, dos artículos de similares características con diferencias de precios de 40 por ciento o más.
Economistas y analistas de consumo masivo explican que tras la devaluación récord del dólar oficial, cada fabricante decidió qué precio ponía a su producto y muchos aumentaron “por las dudas”, despreciando incluso las ventas, pero cubriéndose ante cualquier eventualidad.
En una recorrida por las góndolas de la sucursal Alberdi y Córdoba de Supermercados California, Plan B pudo detectar algunas diferencias de precios esta semana muy llamativas.
Leche larga vida, más de un tercio de diferencia
La leche larga vida tiene una diferencia de 36%, entre la marca Ilolay (1015 pesos) y la Tregar ($745), que tradicionalmente valen siempre casi lo mismo.
Indudablemente la empresa láctea Sucesores de Alfredo Williner (que en abril de este año fue vendida al gigante francés Savencia) optó por “cubrirse”.
Azúcar, con menor diferencia: 25%
En el rubro, azúcar, la empresa líder Ledesma tiene el paquete de kilo a 1.31o pesos y la marca La Muñeca (de segunda calidad) a 1.050 pesos. El azúcar de la empresa de la familia Blaquier, es un 25% más cara que la otra, una diferencia mayor a la habitual.
En el aceite de Girasol, típico producto “controlado” por los gobiernos anteriores, las diferencias son mayores a 40 por ciento.
Duraznos, con diferencias de 40% también
En los duraznos en almíbar las diferencias también son importantes.
Queso, ese producto de lujo
Pocas cosas se transformaron en un producto de lujo como el queso duro o semiduro (o cualquier queso).
En el país de las vacas y la leche, la góndola de queso es el lugar donde se define la situación económica de un simple mortal que tiene que buscar varias veces hasta encontrar un pedacito, cada vez más chico, que pueda satisfacer las necesidades.
Eso sí uno se encuentra entre los que todavía paran en la góndola del queso.
Harina, con menos diferencias
En el producto harina Plan B detectó más paridad en los precios. Pero en el caso de la “000”, la marca Cañuelas sale 621 pesos el kilo, y la Reinharina, un 20 por ciento más cara.
Los fideos, también con diferencias significativas en la góndola.
(Fuente: Plan B)