jueves, 26 diciembre, 2024

De Ley de Góndola a Ley de la Selva: Uno al lado del otro, precios “justos” y hasta 70% más por igual producto

Hoy se cumplen 20 días de la asunción de Javier Milei y algo que forma parte de la nueva normalidad es que la Argentina puso fin a los controles de precios después de 20 años, para dejar liberados a la oferta y la demanda el precio de los productos.

Esto generó un fenómeno nuevo en las góndolas: los precios “justos” y los precios totalmente irreales, donde uno puede encontrar en la misma góndola, uno al lado del otro, dos artículos de similares características con diferencias de precios de 40 por ciento o más.

Economistas y analistas de consumo masivo explican que tras la devaluación récord del dólar oficial, cada fabricante decidió qué precio ponía a su producto y muchos aumentaron “por las dudas”, despreciando incluso las ventas, pero cubriéndose ante cualquier eventualidad.

En una recorrida por las góndolas de la sucursal Alberdi y Córdoba de Supermercados California, Plan B pudo detectar algunas diferencias de precios esta semana muy llamativas.

Leche larga vida, más de un tercio de diferencia

La leche larga vida tiene una diferencia de 36%, entre la marca Ilolay (1015 pesos) y la Tregar ($745), que tradicionalmente valen siempre casi lo mismo.

La Ilolay sale 1015 pesos, mientras que la Tregar, idéntico producto y calidad, está más de un tercio más barato. Una enorme brecha que no se daba en épocas normales.

Indudablemente la empresa láctea Sucesores de Alfredo Williner (que en abril de este año fue vendida al gigante francés Savencia) optó por “cubrirse”.

En el rubro aceite de Oliva, Natura tiene una lata de 500 cm3 a 6.530 pesos, pero al lado, Nucete decidió poner su precio a 11.230 pesos, un 70 por ciento más caro. No es nada habitual en un producto que suele ser muy parejo en precios, porque el aceite de oliva es tan costoso que el consumidor suele buscar el precio.

Azúcar, con menor diferencia: 25%

En el rubro, azúcar, la empresa líder Ledesma tiene el paquete de kilo a 1.31o pesos y la marca La Muñeca (de segunda calidad) a 1.050 pesos. El azúcar de la empresa de la familia Blaquier, es un 25% más cara que la otra, una diferencia mayor a la habitual.

En el rubro azúcar, Ledesma tiene un valor de 1.310 pesos el kilo, mientras que La Muñeca (una marca de 2° calidad) está 1050 pesos. Hoy Ledesma está 25% más cara, una diferencia muy superior a la habitual.

En el aceite de Girasol, típico producto “controlado” por los gobiernos anteriores, las diferencias son mayores a 40 por ciento.

El aciete de girsaol Lira vale 2.245 pesos la botella de 900 cm3, mientras que la marca Pureza, tiene un costo de 1.643 pesos. La marca Cocinero también tiene un valor acomodado de 1.560 pesos. El aceite de girasol siempre fue un producto especialimente sensible para los controles de precios. Lira y Cocinero son marcas de Molinos, mientras que Pureza es de Molinos Cañuelas. La diferencia es de más de 40 por ciento.

Duraznos, con diferencias de 40% también

En los duraznos en almíbar las diferencias también son importantes.

Lata de durazno La Gioconda a 2.195 pesos, un 40% más caro que el producto similar de Mora está a 1.576 pesos.

 Queso, ese producto de lujo

Pocas cosas se transformaron en un producto de lujo como el queso duro o semiduro (o cualquier queso).

En el país de las vacas y la leche, la góndola de queso es el lugar donde se define la situación económica de un simple mortal que tiene que buscar varias veces hasta encontrar un pedacito, cada vez más chico, que pueda satisfacer las necesidades.

Eso sí uno se encuentra entre los que todavía paran en la góndola del queso.

El queso Pategrás, es una de las variantes de semiduros con más salida y más económicas. El de Santa Rosa está 10.995 el kilo, un 40% más que el de La Paulina, que cuesta 7.906 pesos el kilo.

 

Harina, con menos diferencias

En el producto harina Plan B detectó más paridad en los precios. Pero en el caso de la “000”, la marca Cañuelas sale 621 pesos el kilo, y la Reinharina, un 20 por ciento más cara.

En arroz, el Amanda sale 880 pesos, mientras que el Gallo está más de 40% más caro, a 1.255 pesos.

Los fideos, también con diferencias significativas en la góndola.

Los fideos pueden variar entre el paquete de 990 pesos y los 1.665 pesos, con más de 60% de diferencia.

(Fuente: Plan B)

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