Una guerra por Taiwán sería “devastadora” y afectaría a la economía mundial “de un modo que no podemos imaginar”, advirtió el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, al tiempo que subrayó el apoyo de Estados Unidos a la democracia isleña.
“El conflicto no es inminente ni inevitable. La disuasión es fuerte hoy en día; y es nuestro trabajo mantenerla así”, dijo Austin ayer en declaraciones en la cumbre de seguridad del Diálogo de Shangri-La, a la que asisten representantes de decenas de países, incluida China.
“El mundo entero tiene interés en mantener la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. La seguridad de las rutas marítimas comerciales y de las cadenas de suministro mundiales depende de ello. No nos equivoquemos: un conflicto en el estrecho de Taiwán sería devastador”. En una sesión de preguntas y respuestas tras su discurso, Austin añadió: “Un conflicto en el estrecho de Taiwán afectaría a la economía mundial de un modo que no podemos imaginar”.