La policía paraguaya persiguió a un vehículo con patente argentina que transportaba 10 tubos sin procedencia. Quien la conducía dijo a los efectivos que eran de nuestro país.
Un operativo policial de rutina permitió detectar un vehículo que circulaba con tubos de oxígeno de manera irregular. Lo llamativo del caso es que el automóvil era de patente argentina (con radicación en Posadas) y estaba conducido por el hijo de un narco paraguayo que cumple condena, según indicaron fuentes consultadas.
l caso ocurrió alrededor de las 20.45 del sábado, cuando efectivos de la Policía Nacional del Paraguay se encontraban apostados sobre la ruta 6, que une la localidad de Encarnación con Capitán Miranda, ubicada a unos 88 kilómetros.
Se trataba de un control vial de rutina, en el que inmediatamente llamó la atención un automóvil con dos ocupantes que se acercaba a gran velocidad.
Se trataba de un Chevrolet Spin con patente argentina, cuyo conductor al toparse con el retén policial realizó una maniobra peligrosa, tomó un camino empedrado y luego ingresó al estacionamiento de una clínica de Capitán Miranda ubicada sobre la misma ruta.
Una patrulla los persiguió hasta ese lugar y en ese momento divisaron a un joven que se bajaba de la Chevrolet y les ofrecía dinero para que se retirasen. Ante la negativa el joven subió la oferta pero recibió la misma respuesta.
Cuando regresó hacia el vehículo para buscar sus documentos, los policías observaron que el mismo estaba cargado con 10 tubos de oxígeno. Tomaron fotografías y filmaciones de lo que transportaba.
El sospechoso era un joven de 22 años, de origen paraguayo pero exhibió un DNI argentino, quien estaba acompañado de otro de 25 años, paraguayo y con cédula de identidad de ese país. Los efectivos volvieron a recibir una oferta mayor de dinero, ya para que borraran las imágenes con los tubos dentro de la Spin, pero nuevamente se negaron a aceptarla.
En esos instantes llegó al sitio una camioneta Nissan 4×4 y de la cual rápidamente el chofer ayudó a descargar los tubos de oxígeno. Los mismos no tenían marca alguna, por lo cual los policías presumieron que podía tratarse de material de contrabando.
De forma inmediata intervino la fiscalía de Encarnación, donde se ordenó que los jóvenes sean liberados y la Chevrolet quedara secuestrada.
En una entrevista televisiva un responsable de la comisaría de Capitán Miranda manifestó que cuando preguntaron por el origen de la carga, los sospechosos le habrían manifestado que era contrabando desde Argentina.
El joven que conducía la Chevrolet era conocido por la policía paraguaya porque su padre había sido sindicado como la cabeza de una estructura narco, la cual había sido desarticulada en el marco del “Operativo Austral” y por el cual cumple una sentencia de 18 años en el Penal de Itapúa, según señaló el medio Más Encarnación.
(Fuente: Primera Edicion)