sábado, 19 abril, 2025

Juicio a los Kiczka: se espera la sentencia de una trama aberrante

Este miércoles 16 de abril, el Tribunal Penal 2 de Posadas dictará sentencia en una de las causas judiciales más perturbadoras que hayan sacudido a Misiones en los últimos años: el juicio contra los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil. Tras once jornadas de testimonios, pericias, alegatos y ampliaciones indagatorias, llega el momento en que la Justicia deberá pronunciarse sobre un caso que expuso no sólo los horrores del delito cometido, sino también las redes de silencio y poder que lo blindaron durante años, cobijado el ex diputado por su amigo y socio político Pedro Puerta.

La acusación fue liderada por un inédito binomio: los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka, quienes construyeron una teoría del caso con pruebas concretas e inobjetables: imágenes y videos alojados en dispositivos electrónicos de ambos imputados, identificados mediante trazabilidad digital, metadatos y registros de conexión. La prueba madre, una notebook Acer incautada en un allanamiento, fue sometida a pericias forenses que revelaron material explícito, almacenado y compartido a través de canales encriptados.

Una psicóloga del Poder Judicial, convocada como testigo de cargo, fue categórica al describir el perfil psicológico de los implicados. Según su declaración, Germán Kiczka mostraba indicadores de racionalización de la conducta delictiva y una ausencia total de empatía, mientras que Sebastián presentaba rasgos de negación y manipulación emocional. Su testimonio, de más de una hora y media, fue considerado “implacable” por la fiscalía, sin que la defensa pudiera desestabilizar sus conclusiones.

La estrategia de los defensores —Gonzalo De Paula, por Germán, y Eduardo Paredes por Sebastián— consistió en intentar desacreditar la cadena de custodia y en sugerir que el material pudo haber sido plantado. Sin embargo, los peritos informáticos fueron tajantes al señalar que no hubo indicios de manipulación externa en los dispositivos secuestrados. Además, los rastros digitales permitieron vincular cuentas, alias y patrones de consumo directamente con los acusados.

En las últimas audiencias, ambos hermanos ampliaron sus declaraciones indagatorias, sin responder preguntas. Germán ensayó una defensa basada en tecnicismos, negando su responsabilidad en la descarga de los archivos y culpando a su hermano. Sebastián, por su parte, se autoincriminó, habló de compulsión y de que no sabía que mirar material de abuso sexual infantil era ilegal.

Un caso que sacude al poder político

La trascendencia del juicio no solo se debe a la gravedad de los delitos imputados, sino al trasfondo político. Germán Kiczka es amigo personal de Pedro Puerta, referente de Activar y figura de la alianza Cambiemos y ahora de la Libertad Avanza. Aunque Puerta nunca fue imputado cuando se lo citó a declarar como testigo, se negó, amparado en sus fueros parlamentarios y se limitó a enviar unas respuestas por escrito en las que negó su amistad con Kiczka, pese a la enorme cantidad de fotografías y videos en los que se los ve juntos en situaciones políticas y sociales.

Expectativa y pedido de Justicia

El fiscal Rau solicitará penas de cumplimiento efectivo. Las condenas por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil pueden superar los 10 años de prisión. “Creemos haber acreditado de manera contundente nuestra teoría del caso”, expresó el fiscal tras la última audiencia, convencido de que las pruebas no dejan lugar a dudas.

El caso Kiczka no es solo un proceso judicial; es un espejo que obliga a la sociedad a enfrentar sus zonas más oscuras. Y el veredicto del Tribunal será clave.

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