La inflación dio señales en la segunda semana de noviembre de que continúa en desaceleración y que el mes podría terminar con un número levemente más bajo que el 2,7% que marcó el IPC de octubre. En el mercado leen que los bienes, que representan el 70% de la canasta del Indec, se mueven cada vez más cerca del 2% del dólar oficial, y que quedan reajustes de tarifas que podrían presionar al índice de precios en los próximos meses.
Un informe de Equilibra midió que en la segunda semana de noviembre la inflación fue de 0,8% y que la proyección para todo el mes hace prever una inflación cercana al 2,6 por ciento. Si así fuese, implicaría una desaceleración muy leve respecto a octubre. “La inflación semanal fue 0,8% y la promedio 4 semanas descendió a 2,4%. En la semana posterior al Cyber Monday, lideraron el alza de precios los bienes que la semana previa habían registrado bajas significativas”, indicó esa consultora.
La inflación núcleo, que descarta los precios con estacionalidad o regulados, se mantiene a la baja, según la medición de Equilibra: en la segunda semana de noviembre fue de 2,6 por ciento. Perforó el 3% mensual a principios de octubre y solamente una semana -la última de ese mes- tocó de nuevo esa cifra. Si bien la inflación semanal de 0,8% fue idéntica en la primera y la segunda semana, Equilibra bajó la proyección de IPC para este mes de 2,8% a 2,6 por ciento.
Por su parte, LCG, que también hace un seguimiento semanal de alimentos y bebidas, marcó que en la segunda semana de noviembre hubo un aumento de 0,7% en la canasta que conforma su medición. Las dos semanas previas prácticamente no había registrado variación (0,1% y 0%, respectivamente). “La suba promedio mensual se ubicó en 2,7% y en la medición punta a punta en 2,5% de las últimas 4 semanas”, dijeron en LCG.
Pero también introdujo en el análisis, hacia adelante, un elemento que el Gobierno deberá administrar para sostener el sendero de desinflación. “La inflación general rompió la barrera del 3% mensual en octubre que, a priori, resulta una buena noticia. De hecho, es el registro más bajo desde noviembre 2021. No obstante, no hay que perder de vista que la inflación core viene mostrando una desaceleración menos marcada (en este mes, la mitad del recorte de la general), lo que podría reflejar cierta ralentización de la convergencia en los próximos meses. La moderación en los ajustes de tarifas dispuestos inicialmente por el gobierno apunta a garantizar el sendero de baja en este contexto”, mencionó.
En ese sentido, GMA Capital agregó que “la recuperación de precios atrasados puede imponer un piso a los próximos datos”. “Es que los incrementos en gas, electricidad en 2,5% y agua y telefonía en 4%, sumado a la suba de combustibles en casi 3,8% complicarían que los servicios puedan verse bajando. No menos importante son los incrementos en educación y prepagas con subas casi tocando el 7%”, apuntó.
Ese reporte explicó que “la inercia hoy no deja de ser un hecho, si bien la inflación y el ajuste de precios relativos viene mejorando, restan aún nueve sectores de doce que aún deben incrementar sus precios por encima del nivel general para equiparar los niveles previos a los controles de precios (primer semestre de 2019)”. Puesto en números, GMA Capital estimó que esos reajustes, de manera global, son de 135 puntos porcentuales “lo cual traccionaría al IPC en 7,7 puntos de efectivizarse de manera única (algo improbable)”, calcularon.
Invecq también eligió ese factor para matizar la baja sostenida de la inflación. En ese plano, diferenció a los bienes, que “dependen mucho más de la evolución del dólar oficial” y que espera que converjan con el ritmo del crawling peg, hoy todavía de 2% mensual. “Ya se evidenció durante 2024: tras el ajuste discreto del 13 de diciembre, los bienes ‘volaron’ en diciembre (29,5%) y enero (21,1%), y luego morigeraron sus subas hasta ubicarse en 2,1% en octubre”.
Pero los servicios tienen otra lógica y para Invecq tienen una influencia mayor en “las correcciones tarifarias, y los salarios -en particular, de los privados-”. La consultora que dirige Esteban Domecq estimó que “Electricidad, gas y otros combustibles se encuentra 33% por debajo de su precio relativo del primer semestre de 2019 en el Gran Buenos Aires” y que el transporte público lo está en un 25 por ciento.
“Si se usa dicho período como ‘base’, quedan cinco puntos de inflación ‘reprimida’ por regulados atrasados. Por su parte, el salario privado registrado acumula seis meses consecutivos de subas reales, aunque aún no volvió al nivel de noviembre 2023, y morigeró bastante el ritmo de recuperación en agosto y septiembre. En cuanto a los informales, dado el retraso en las estadísticas oficiales, es difícil saber su situación actual, pero es de esperar que sea peor que la de los formales”, analizaron. “Es muy probable que la inflación de bienes continúe su camino descendente en 2025, pero la situación de los servicios es distinta y podría derivar en cierta resistencia a la baja del índice general”, concluyó Invecq.
(Fuente: Infobae)