El Salto Yasy es una cascada oculta y poco conocida de Iguazú, aunque igualmente fascinante como sus mundialmente famosas vecinas Cataratas del Iguazú. Escondido en la selva misionera, este lugar paradisíaco no solo impresiona por su belleza natural, sino que también fue el escenario de una de las escenas más icónicas de la actriz argentina Isabel Sarli.
Junto a su pareja cinematográfica, Armando Bó, la intérprete filmó allí una de las secuencias más icónicas del cine nacional de la película “La Burrerita de Ypacaraí”, de 1962. Un suceso que transformó a este rincón misionero en un lugar con historia cultural.
El Salto Yasy, cuyo nombre proviene de la palabra guaraní que significa “luna”, es un pequeño, pero hermoso salto de agua ubicado a unos kilómetros del Parque Nacional Iguazú.
A diferencia de las imponentes Cataratas, que atraen millones de turistas cada año, el Salto Yasy es un destino menos conocido y, por lo tanto, ideal para aquellos que buscan una experiencia más tranquila y personal con la naturaleza.
El salto tiene aproximadamente 20 metros de altura y cae en un estanque natural de aguas cristalinas rodeado de una vegetación exuberante, característica de la selva misionera. Este entorno, casi virgen, lo convierte en un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la serenidad que la naturaleza ofrece.
Además, su acceso más limitado en comparación con las Cataratas del Iguazú, le añade una sensación de descubrimiento para quienes se aventuran a visitarlo.
El Salto Yasy se hizo conocido cuando la icónica actriz Isabel Sarli y el director Armando Bó eligieron este lugar para rodar una de las escenas más legendarias del cine argentino. La dupla artística fue famosa en las décadas de los años 60 y 70, no solo en Argentina, sino que también en otros países latinoamericanos.
Sarli, reconocida por su belleza y sensualidad, protagonizó numerosas películas dirigidas por Bó, muchas de las cuales exploraban temas de amor y deseo en paisajes naturales exóticos. “La Burrerita de Ypacaraí” no fue la excepción: capturó la fuerza y la naturaleza primitiva de Yasy.
El Salto Yasy: un lugar con una flora y fauna para admirar
Visitar el Salto Yasy es una oportunidad para conectar con la naturaleza en su estado más puro. Además de la cascada en sí, la región que rodea al salto ofrece una riqueza natural increíble, con una gran variedad de flora y fauna que incluyen aves exóticas, mariposas y árboles gigantescos que parecen sacados de otro tiempo.
El contraste entre la tranquilidad del lugar y el poder del agua cayendo desde las alturas, crea una atmósfera única que enamora a todo aquel que se atreve a explorarla.
A pocos kilómetros del Salto Yasy, las Cataratas del Iguazú se roban la mayor parte de la atención turística. Estas imponentes cascadas, consideradas una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo por la UNESCO, son el mayor atractivo de la región. Sin embargo, quienes buscan una experiencia más íntima, alejada de las multitudes, encontrarán en el Salto Yasy un destino igualmente fascinante y mucho más tranquilo.
Cómo llegar al Salto Yasy
Para acceder al Salto Yasy, hay que ingresar a Reserva Natural Puerto Bemberg, ubicada a 40 minutos del Puerto Iguazú, en la localidad de Puerto Libertad. Desde allí, es necesario atravesar algunos senderos selváticos que ofrecen una experiencia de caminata única. El esfuerzo, sin embargo, es recompensado por la belleza del lugar y la posibilidad de disfrutarlo en paz, sin grandes multitudes.
Este salto es ideal para quienes disfrutan del ecoturismo y el contacto con la naturaleza. Su importancia histórica y cultural lo convierte en una parada obligada para los amantes del cine argentino y la obra de Sarli. No es solo un lugar para admirar, sino que también para revivir un fragmento del pasado del cine nacional.
(Fuente: El territorio)