Siempre la presión está de lado de Argentina. Es el campeón del mundo, es el bicampeón de América. Es el equipo al que todos le quieren ganar. Si las Eliminatorias en Sudamérica siempre fueron complejas, ahora tienen un plus de dificultad para la Scaloneta.
Sin Lionel Messi por lesión y ya sin Ángel Di María, quien estuvo en las tribunas en el Monumental, Argentina fue superior a Chile, aunque no demostró todo su esplendor. Le alcanzó para golear 3-0 a la Roja que pasa por un momento muy delicado y difícil.
Poco le importó eso a los argentinos, que fueron dominadores y que sobre el final lograron un resultado que fue más amplio de lo que se presagiaba en la previa. Por la fecha 7 de las Eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo 2026, Argentina cumplió, goleó a Chile y dio un paso más hacia el Mundial.
El que llegó primero fue Chile, pero el que empezó mejor fue Argentina. La Scaloneta, como es habitual, se hizo de la pelota y del protagonismo del partido. En los papeles superior, los locales demostraron que esa idea la querían plasmar en el juego.
Enzo Fernández y Alexis MacAllister fueron la manija junto a Rodrigo De Paul y se encontraron fácil con unos movedizos Nicolás González, Lautaro Martínez y Julián Álvarez. Todo nuevo porque habitualmente ahí aparecía Lionel Messi y Ángel Di María, imanes para propios y extraños.
Pero la Argentina de Lionel Scaloni ya demostró que podía jugar si su capitán. De hecho, sin Messi en cancha ganó la última Copa América en Estados Unidos. Una imagen que, aunque sea difícil de asimilar, la de Messi más tiempo afuera que adentro y más cercano a su retiro de la selección.
Durante esos primeros minutos Chile hizo lo que e esperaba. Se replegó y esperó a un error de Argentina. Chile y la Albiceleste están en momentos distintos, en procesos distintos y por eso la Roja del Tigre Gareca fue más medida y trató de no pasar sobresaltos ante el campeón del mundo.
La Scaloneta siguió firme con su idea. Tuvo la pelota y buscó los espacios. De Paul y Lautaro se armaron una jugada por derecha que sacó Gabriel Arias y arrancó los aplausos de los hinchas. El arquero de Racing empezó, de a poco, a convertirse en un hombre clave de La Roja.
La derecha, con las subidas constantes de Nahuel Molina, fue la banda elegida por Argentina. De Paul, a veces Julián Álvarez y otras veces Lautaro fueron los que más tuvieron la pelota y buscaron algún centro al corazón del área chilena, que siempre tuvo a Arias bien parado.
El partido entró en un bache y Chile respiró. Argentina fue menos punzante aunque tuvo siempre el dominio de la pelota y los trasandinos apenas pisaron el área del Dibu Martínez con un córner aislado. De juego, muy poco de parte de los del Tigre Gareca, algo que se presumía.
Recién sobre el final del primer tiempo y gracias a las escaladas de Eduardo Vargas, Chile jugó en campo rival. Llegó la más clara, porque Matías Catalán cabeceó solo y la pelota pegó en el palo. El final fue lo mejor de la visita, que fue de menos a más y que dejó a la Scaloneta con más dudas que certezas.
Argentina reacomodó ideas y salió a jugar el complemento igual que como arrancó el partido. Pelota en los pies y con más ímpetu a la hora de pisar el área rival. La jugada fue de izquierda a derecha hasta que tras una serie de toques Julián Álvarez mandó el centro. Lautaro Martínez la dejó pasar y Alexis MacAllister la mandó al fondo de la red para romper el cero.
Chile sintió el golpe, porque apenas unos segundos después del gol, De Paul tuvo el segundo. La pelota se fue apenas por arriba del travesaño de un Arias que nada podía hacer. El campeó recuperó la memoria, empezaron los toques y algunos lujos ante una Roja muy estática.
Gio Lo Celso reemplazó a Nico González, quien salió con una molestia. El rosarino heredó la 11, la del otro rosarino, Ángel Di María, quien antes del inicio del encuentro tuvo su merecido homenaje tras retirarse de la selección argentina.
¿Argentina extrañó a Messi? Sí, porque un jugador como Messi siempre tiene un as bajo la manga. El tándem Enzo Fernández-Alexis MacAllister no tuvo la fluidez que se esperaba y eso también tiene que ver con que recién comenzó la temporada para muchos jugadores y se notó la falta de fútbol.
La Scaloneta está habituada a bailar al ritmo de Messi. Por eso atacó mucho por la derecha, lugar que suele ocupar el capitán y le costó romper esa costumbre ante un Chile que le opuso poca resistencia.
El que tuvo un reencuentro especial fue Julián Álvarez, quien dejó sin chances a Arias sobre el final y volvió a gritar un gol en el Monumental. También hubo reencuentro para Paulo Dybala, quien volvió a la selección tras estar ausente en la Copa América y selló el 3-0 en Buenos Aires.
Es cierto que Argentina no se lució como en otras presentaciones, pero también es cierto que fue dominador ante un rival que, en esta etapa de su proceso, está varios escalones por debajo del campeón del mundo. La Scaloneta jugó sin Messi y aunque siempre se extraña al capitán, también demostró que sin el 10 tiene con qué. Que hay un equipo, que justificó la goleada y su superioridad y que ese equipo ahora tendrá una parada brava cuando visite el martes a Colombia en Barranquilla.