Esta Copa América estuvo entrelazada por el destino que tejió los lazos desde décadas atrás, enfrentando en la final de la Copa América 2024 al alumno y al maestro. El pasado domingo, como es bien sabido, se jugó la tan esperada final de la Copa América, disputada entre Colombia y Argentina. Como es costumbre, Argentina salió campeón y se consagró bicampeón de la Copa América. Fue una final llena de emociones, con lágrimas de Messi, el retiro de Di María, la defensa del “Cuti” Romero, el golazo de Lautaro Martínez, entre otros momentos memorables. Sin embargo, lo que pocos conocen es la disputa que el destino entrelazó entre los directores técnicos de ambas selecciones, quienes en el pasado fueron alumno y maestro.
Por un lado, el maestro Néstor Lorenzo, el argentino que supo ser subcampeón del mundo, creció bajo el ala de José Pékerman. Por el otro, el alumno Lionel Scaloni, el mejor director técnico del mundo (al menos así lo determinó la FIFA al otorgarle ese título). Scaloni salió campeón del Mundial de Qatar 2022, la Finalissima y la Copa América 2021 dirigiendo a la Selección Argentina. Como jugador, ganó una Copa del Mundo Sub-20 en Malasia 1997 y jugó la Copa del Mundo de mayores en Alemania 2006.
Néstor Lorenzo Oriundo de Villa Celina, localidad del partido bonaerense de La Matanza se desempeñaba como defensor e inició su trayectoria como futbolista en Argentinos Juniors. Allí conoció a Pekerman y jugó cuatro temporadas hasta que se marchó a Europa. Primero, tuvo un paso fugaz por el Bari de Italia. Luego, estuvo dos años en el Swindon Town de Inglaterra. En el medio, comenzó a ser convocado a la selección argentina.
En 1988 disputó los Juegos Olímpicos de Seúl. Ese mismo año Carlos Bilardo lo llevó a la mayor. Con el elenco nacional disputó 13 partidos. No fueron tantos pero le bastaron para ser parte de la historia en el Mundial de Italia 1990, en el que participó de tres encuentros. Uno fue el debut con derrota ante Camerún. Otro, el triunfo frente a la Unión Soviética. Y el tercero fue en la gran final contra Alemania, que se impuso por aquel gol de penal de Andreas Brehme.
Lorenzo fue parte del once inicial que saltó al campo de juego del Olímpico de Roma. Completó los 90 minutos. Esa fue su última participación con la Albiceleste.
Luego de la aventura por el Viejo Continente, regresó al fútbol doméstico para vestir los colores de San Lorenzo de Almagro durante dos temporadas. Tras dos ciclos cortos en Banfield y Ferro, a mediados de 1996 arribó a Boca Juniors, que por entonces era dirigido por Bilardo. Su carrera la finalizó defendiendo la camiseta de Quilmes en la temporada 1997-98 de la Primera B Nacional.
Lorenzo se sumó como asistente de Pekerman en las selecciones juveniles de Argentina y fue parte del cuerpo técnico que se coronó en el Mundial Sub-20 de 2001. Con una breve experiencia en el medio junto a Carlos Aimar en España, la relación con José perduró por 15 años. Fue su ayudante en la mayor -etapa en la que dirigió a Lionel Scaloni, Walter Samuel, Roberto Ayala y Pablo Aimar, con quienes se encontrará este domingo-, en dos clubes de México (Toluca y Tigres de la UANL) y en la selección de Colombia, entre 2012 y 2018, habiendo logrado la clasificación a los Mundiales de Brasil y Rusia.
Lanzó su carrera como técnico principal a fines de 2020. Apenas tuvo una sola experiencia antes de asumir en Colombia: fue en Melgar, donde en un año y medio se consagró en el Torneo Apertura 2022 y clasificó a los octavos de final de la Copa Sudamericana. Los hinchas del club de Arequipa lo despidieron y lo recuerdan con mucho cariño. Desde la institución además le agradecieron por “su gran profesionalismo, calidad humana, valores, respeto, amabilidad, compromiso y espíritu de servicio”.
Meses después de firmar contrato hasta el Mundial 2026, el estratega remarcó que “la idea es formar un grupo fuerte, unido, que no se conforme, que pelee y compita por una recuperación rápida de pelota. Eso será parte del plan de juego. Y, sobre todo, la convicción de que no somos menos que nadie y volver a poner a Colombia en lo más alto”. Pasó un año y medio desde esa declaración, y consiguió llegar a la final de la Copa América y enfrentar a la Albiceleste en un partido que todos los argentinos vivieron con un nudo en la garganta y los nervios de punta. Claro, al final de todo, solo un Argentino sabe cómo hacerle frente al seleccionado Argentino.