La causa por la muerte del trabajador salteño Gustavo Morales (46), atropellado por un automovilista ebrio en Puerto Iguazú cuando caminaba junto a dos conocidos de la misma provincia, está cerca de llegar al fin de la etapa instructoria.
Hace unos días, se incorporaron al expediente las declaraciones testimoniales que prestaron en su tierra natal los sobrevivientes de la tragedia: Fabián Maras (23) y Sebastián Carrizo (23), quien como consecuencia de eso sufrió la amputación de una pierna.
El hecho ocurrió el 21 de julio de 2019 sobre la avenida Tres Fronteras y Guillermo Flores (23) estuvo detenido durante tres semanas. Volvió a la calle luego de cubrir una caución real de 500 mil pesos fijada por el juez de Instrucción Tres, Martín Brítes
Los sobrevivientes coincidieron en que venían tranquilos por la vereda, charlando y no les dio tiempo a nada, porque cuando miraron el auto ya estaba volando en dirección a ellos. Fue todo rapidísimo. Morales se llevó la peor parte. Cuando Maras y Carrizo despertaron, estaban internados.El segundo estuvo en Iguazú y luego en Posadas.
Finalmente, lo llevaron junto con su conocido a Salta, donde completó la recuperación.
Ahora apenas unos pocos trámites quedan para que el magistrado dé por finalizada la instrucción y remita la causa a la instancia de juicio oral y público.
El joven taxista responsable de la muerte del trabajador está acusado del delito de “homicidio culposo y lesiones graves”. Cuando lo detuvieron, le dio positivo el control de alcoholemia.
Además fueron detenidos, y luego liberados, otros automovilistas que con él habrían estado picando cuando sucedió el despiste letal: Fernando G. (26) y Luis M. (35).
Testigos y registros de cámaras de seguridad mostraron al acusado circulando con exceso de velocidad al mando de un coche Renault Logan. Sus conocidos comandaban un Chevrolet Celta y un VW Gol, respectivamente
Flores tenía 1,04 gramos de alcohol por litro de sangre, es decir más del doble permitido para circular por la Ley Nacional de Tránsito, según el dosaje que se le hizo después del choque.
De acuerdo con lo que informó en su momento el diario El Tribuno, Fausto Morales, padre de Gustavo, relató que había llegado a Iguazú con su hijo hacía unos meses para trabajar en la obra del aeropuerto.
El sábado 20 de julio, el muchacho y sus amigos salieron a festejar el Día del Amigo. La desgracia sucedió al día siguiente. “Traje a mi hijo a trabajar y ahora lo llevo en un cajón.
Las leyes tendrían que ser más rigurosas, y no se debería permitir que ningún automovilista maneje bajo los efectos del alcohol, porque lo que le pasó a mi hijo le puede pasar a cualquiera, ya que hay mucha gente en Iguazú”, añadió el compungido papá.
“Gustavo era padre de 3 hijos y había venido a Iguazú a trabajar, ya que en Salta no hay trabajo”, completó Fausto
(Fuente: 6.D)